REUNIÓN VIRTUAL INTERNACIONAL SOBRE CIBERSEGURIDAD

“En 2020 hubo pérdidas de 400 millones de dólares por este tipo de ciberataques”.

Javier Oliva Posada
Columnas
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En un interesante reportaje que publicó el periódico El País el miércoles 13 se da cuenta de la convocatoria personal y directa del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, para llevar a cabo un encuentro virtual con la representación de 30 países y la Unión Europea a fin de tratar de forma directa y contundente las condiciones de funcionamiento y seguridad del internet.

A dicho encuentro, los días 13 y 14, no se invitó al gobierno ruso, puesto que según los datos de inteligencia criminal de ciberseguridad procede de ese país la mayor parte de los intentos y ataques consumados a redes públicas y privadas de todo el mundo, en especial y desde luego Estados Unidos.

Según la oficina del Consejo de Seguridad Nacional de ese país el tema central es el tratamiento de las medidas preventivas de carácter tecnológico y las de tipo judiciales para enfrentar el denominado ransomware, un tipo de programa que encapsula la información de un sistema, red e incluso de una computadora y los atacantes, una vez logrado el objetivo, chantajean y solicitan un rescate de la información mediante el pago de fuertes sumas a través de criptomonedas. Todo un desafío.

El reportaje citado señala que fueron cuatro los objetivos de la reunión, que por cierto fue virtual. El primero se refiere a mejorar las capacidades de Estados Unidos y sus aliados en la detección temprana y oportuna de ciberdelitos. Lo anterior demanda, por supuesto, mejorar los recursos tecnológicos, así como fortalecer los protocolos de confianza, colaboración e intercambio de información sensible y oportuna entre las autoridades de los países. Esto siempre ha sido un aspecto controversial, puesto que el celo, la competencia o intereses de varias bandas ralentiza o de plano impide profundizar en una alianza eficaz. No obstante, la novedad de los desafíos de la ciberseguridad puede ser un aliciente para disminuir una situación en que los aliados no ganan y en cambio sí la ciberdelincuencia.

Regular o sancionar

El segundo objetivo fue el de aumentar las capacidades de resiliencia de las redes públicas y privadas durante y después de un intento o consumación de un ciberataque. Se cita, por ejemplo, en el informe dado a conocer como conclusiones del evento, que hospitales, distribuidores de alimentos, despachos jurídicos e incluso escuelas son los blancos favoritos de los ciberataques para “secuestrar” la información. De nuevo desde los laboratorios de las universidades y en algunos casos de empresas privadas, es de donde proceden las aportaciones en la materia. Otra vez surgen severas críticas a Google por su negativa a participar en el desarrollo de recursos cibernéticos, así como su no contribución para la detección temprana de ciberdelitos.

Regular o llegado el caso sancionar a los emisores y a las operaciones con criptomonedas fue el tercer punto, pues como ya se apuntó es mediante ese recurso como se consuman los chantajes del ransomware. Esto requiere de un serio ajuste al marco jurídico de cada país, pero también del establecimiento de una regulación jurídica internacional, ante lo cual Estados Unidos y las naciones convocadas deberán actuar con celeridad, ya que tan solo en 2020 hubo pérdidas de 400 millones de dólares por este tipo de ciberataques.

El cuarto y último punto fue, como consecuencia del mismo evento, mejorar y agilizar la cooperación internacional. Desde México debemos tomar nota y pasar a la acción para la prevención de un antagonismo que por hoy crece sin control en el mundo.