TOMARSE EN SERIO EL CAMBIO DE GOBIERNO EN ESTADOS UNIDOS

Lo preponderante para Washington es la delimitación de sus intereses y aliados.

Javier Oliva Posada
Columnas
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En la entrega pasada me referí de nueva cuenta a las características geopolíticas de nuestra nación, en particular en lo que se refiere a las relaciones indisolubles con Estados Unidos. Sea quien sea el presidente en cada uno de los países y sin importar el partido político gobernante en turno la complejidad bilateral debiera establecer una sólida base de cooperación a partir de reconocer y entender las naturales diferencias y recelos que en todas partes del mundo se dan cuando de intereses compartidos se trata.

Desde hace un par de semanas, incluyendo la que termina, hemos leído, visto y/o escuchado una serie de pronunciamientos de diversos actores del sistema político de EU, junto con eventos realizados en instalaciones oficiales de primer orden como es el Departamento de Defensa.

Han sido señalamientos en su mayor parte circundados por la situación de la violencia criminal, así como por las nuevas y potenciales caravanas de migrantes procedentes de Centroamérica con destino, por supuesto, a Estados Unidos. Esto sin dejar de lado el informe anual remitido por la DEA respecto de la peligrosidad de las organizaciones criminales en territorio del vecino país del norte.

Las relaciones del gobierno mexicano con el del presidente Joe Biden son diferentes y es aconsejable que en las áreas civiles, sobre todo de relaciones exteriores, seguridad pública, economía y migración (Gobernación) lo tomen con seriedad. Y no porque no lo hagan sino porque la inercia aislacionista del expresidente Donald Trump fue relativamente llevadera. Recordemos: el hoy mandatario de EU fue cuatro veces senador (16 años) y ocho años vicepresidente, para sumar 24 años de trayectoria política, pero sobre todo relacionado con la política exterior.

Estrategia

Una sencilla muestra de esta semana: en Corea del Sur, haciendo por supuesto caso omiso de las advertencias del gobierno de Corea del Norte, estuvieron de forma consecutiva los secretarios de Defensa y de Estado. Es decir, la asistencia paralela de los dos soportes en cuanto a la proyección internacional de los intereses de Estados Unidos en una zona de especial conflictividad; y China debió haber tomado nota de esas distinguidas visitas. Pero además cerramos la jornada con el insólito calificativo de “asesino” a Vladimir Putin por parte del mismo jefe de la Casa Blanca.

El retorno al multilateralismo significa comprender que el origen de esa escuela de relaciones internacionales en EU se sustenta en el realismo. Esto significa, a reserva de lo que señalen los especialistas en la materia, que lo preponderante para Washington es la delimitación de sus intereses y aliados. México, en el siglo XXI, no puede ni debe seguir con una práctica aislacionista respecto de aquel país ya que de lo contrario al momento de requerir apoyos o compromisos para, por ejemplo, conseguir vacunas los resultados no serán los esperados.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Organización Mundial de la Salud y el Acuerdo de París contra el cambio climático son consistentes muestras de que hay una renovada estrategia para la primera potencia del mundo. Y a eso me refiero: a que en esa estrategia México tiene un papel relevante para Estados Unidos.

Ojalá, es deseable, se tome en consideración el cambio de ambiente. El resultado será en beneficio de la región y sus habitantes. Serán semanas en que el gobierno de nuestro país tendrá la oportunidad de evidenciar sus objetivos y la manera de compartirlos.