De la novia, a la decepción

Se le acorta el tiempo al gobierno para ofrecer resultados tangibles. Acuérdense de esto.

Presentación del Consejo Rector del Pacto por México
Foto: Internet
Juan Gabriel Valencia
Columnas
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El asunto del Consejo Rector del Pacto por México no es menor: primera vez que se le da seguimiento a un pacto entre partidos políticos y coordinaciones parlamentarias.

No hay tiempo, dados los calendarios electorales, para que los partidos políticos puedan procesar reformas de fondo. La luna de miel es efímera, como todo en lo político.


Se constituyó el Consejo Rector del Pacto por México a fin de darle seguimiento a los compromisos acordados el 2 de diciembre pasado. Hay signos encontrados. El secretario técnico del Consejo General será José Murat. Se sabe, es fama pública, que no tiene los mejores antecedentes. Basta recordar los incidentes, incluido un muerto, en Oaxaca. Basta recordar la mano negra en los disturbios de la APO en 2006. Suponiendo sin conceder que es un negociador confiable para la Secretaría de Gobernación en todo el tema del Pacto por México, Murat es un hombre muy controversial y su Secretaría Técnica así lo es.

Es muy afortunado que a final de cuentas hayan incluido a los coordinadores parlamentarios de los diferentes partidos, sobre todo de las tres fuerzas principales. Pero faltan otras. El PVEM no está sumado formalmente a los 95 acuerdos del Castillo de Chapultepec. Mucho menos el Panal. Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, y PT son irredentos.

La instalación del Consejo Rector del Pacto por México, con la participación por parte del gobierno federal de Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y Aurelio Nuño, garantiza la autoridad política y moral de la palabra del gobierno y consecuentemente del PRI, partido gobernante desde el 1 de diciembre.

Los interlocutores del PAN y el PRD, no obstante su estatura intelectual, dejan en duda su representatividad dadas las crisis internas de sus organizaciones políticas.

Sorprende que haya voces contradictorias respecto del procesamiento de las reformas legislativas que supuestamente se derivarían del Pacto por México. Unos dicen que las principales, hacendaria y energética, se irían al primer periodo de sesiones del Congreso. Adicionalmente, otros sostienen que serían iniciativas preferentes del Ejecutivo federal. No puede haber iniciativas preferentes, en términos legales, en materia constitucional. Que quede claro. En términos prácticos no puede haber reforma energética sin antes una reforma hacendaria, dada la dependencia de las finanzas públicas respecto de los gravámenes especiales de Pemex.

Gracia

Sin las urgencias de la Ley General de Educación Pública, derivadas de las reformas constitucionales y de las leyes sobre el endeudamiento estatal y municipal, no hay manera de que la reforma hacendaria y la energética se procesen en el primer periodo de sesiones de este año, sino sólo en el segundo; y eso, traslapándose el paquete económico con la reforma energética.

El 8 de septiembre es el plazo fatal para presentar sus criterios de política económica. ¿Van a presentar dos? ¿Uno con reforma energética y otro sin ella? ¿Sin considerar los intermedios?

Es un año extraordinariamente complicado. El gobierno tiene que entender que en materia económica, ya no digamos en seguridad, debe privilegiar temas que no son de largo plazo, como la energía y la seguridad, sino la seguridad y la eficiencia. La capacidad y el desempeño de la ejecución de los gobiernos del PAN, del PRI y del PRD deben estar ante la lupa para un periodo de tiempo de gracia.

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