CHURROS SIN VIOLENCIA

Juan Pablo Delgado
Columnas
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¡El imperio yanqui renace! ¡Sacude su estupor populista para volver al camino de la decencia y la normalidad!

Obviamente exagero. Donald Trump perdió por cinco millones de votos, pero aun así 72 millones de gringos pensaron adecuado que este hombre despreciable, repugnante y destructivamente inútil gobernara por otros cuatro años. Por fortuna 77 millones votaron por Biden y la cosa salió medio bien. ¡Pero ojo! Los cantos de sirena populistas y etnonacionalistas no han desaparecido. Digamos que solo tomaron un descanso.

Dicho lo anterior propongo dar vuelta a la página de la elección. Para cuando lean esto ya nada será novedoso o interesante. Así que... ¡a otra cosa mariposa!

Pasemos mejor a un tema poco explorado del 3 de noviembre: ¡a los gringos les encanta la mota! ¡Y qué bueno! Yo siempre he creído que el consumo de sustancias estupefacientes —en dosis responsables y sin dañar a terceros— es una actividad recreativa tan aceptable como cualquier otra; y que el consumo de drogas debe siempre ser tratado como un problema de salud pública y no como parte del sistema criminal.

De ahí mi agradable sorpresa al conocer que más allá de la derrota de Trump otros cinco estados de la Unión Americana (Nueva Jersey, Arizona, Mississippi, Dakota del Sur y Montana) votaron por legalizar la cannabis medicinal o recreativa. También en Oregon (donde ya era legal la mota) la banda aprobó despenalizar el consumo de todas las drogas —la venta sigue siendo ilegal— y aprobó la silocibina (sustancia activa en los hongos alucinógenos) para tratar problemas mentales. Así, la posesión de cualquier droga en Oregon se tratará como una falta civil y los adictos recibirán ayuda. ¡Viva el imperio!

Iniciativa

¿Por qué es importante esto? Porque con estos cinco estados en las filas de la despenalización solamente quedarían seis de los 50 estados en EU donde la marihuana es totalmente ilegal. ¡Seis de 50! O sea, que solo 12% de los estados gringos siguen penalizando el consumo de esta planta. O dicho de otra manera, la mota ya está despenalizada en 88% del territorio yanqui; y el consumo recreativo en 32% del territorio, incluyendo California, la entidad más poblada.

Todo esto viene al caso porque en México tuvimos 34 mil 582 asesinatos en 2019 —la cifra anual más alta en 20 años de registros oficiales— y todo parece indicar que en este 2020 vamos a romper ese récord, demostrando que los hampones no se espantan con un virus.

Me queda claro que no todas estas muertes son atribuibles al narcotráfico pero podemos aceptar que un alto número sí lo están; y esto sin contar las extorsiones, desapariciones y otras violaciones de derechos humanos que cometen las bandas dedicadas a transportar y vender droga.

Mientras esto sucede Morena volvió a presentar (oootra vez) una iniciativa en el Congreso para crear su Instituto Mexicano de Cannabis, un órgano gubernamental encargado de la distribución y venta de la marihuana. Ahí les encargo qué tan efectivo resultará este plan.

Por si fuera poco un reporte de la Comisión Global de Política de Drogas de 2019 señala que México es el noveno país con el mayor número de personas encarceladas a escala mundial (204 mil). Y aunque no hay cifras recientes sabemos que miles de ellos se encuentran presos por posesión o consumo de drogas; un crimen que en 88% de EU hoy ya se encuentra en el basurero de la historia.

Así que mientras los gringos rechazan la locura populista y una demencial guerra contra las drogas aquí esperamos superar los 40 mil homicidios este año y nos aferramos a ideas fallidas.

¿Qué nos diría un ciudadano de Oregon? Yo les digo: “¡Qué mal viaje carnal!”