EL FUTURO NOS ALCANZÓ: CINCO TECNOLOGÍAS DE 2022

“Ya no sorprende a nadie ver automóviles eléctricos. ¿Pero aviones?”

Juan Pablo Delgado
Columnas
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En mi columna anterior le entramos con The Economist al negocio de predecir el futuro. Si no recuerdan nuestros presagios para 2022, van de nuevo: un incremento en la desigualdad de salud pública; el regreso del turismo; el aumento en la obesidad infantil; reducción de la pobreza, y numerosas misiones espaciales.

Hoy abrimos una nueva sucursal de este negocio para analizar cinco de las tecnologías verdes que definirán a 2022. Nuevamente nos basamos en el análisis que nos ofrece The Economist.

¿Listo? ¡Vámonos!

Geoingeniería Solar El concepto es bastante simple aunque muy controversial: manipular a la estratósfera para bloquear los rayos del Sol y reducir así el efecto invernadero en la Tierra. ¿Las consecuencias? Pues terminar por causar un reverendo desastre en los patrones climáticos. Aún así, un equipo de la Universidad de Harvard planea conducir un experimento el próximo año llamado Scopex, que involucra lanzar un globo a la estratósfera para liberar dos kilos de algún material (dicen que carbonato de calcio) y ver cómo se disipa y bloquea la energía solar. Esperemos que no tengamos que recurrir a estos extremos para salvarnos del cambio climático, pero es bueno tener más flechas en nuestra aljaba.

Captura Directa del Aire (CDA) Otra idea menos radical y más práctica para el combate al cambio climático es simplemente succionar el dióxido de carbono del aire y así solucionar la bronca. En 2022 la empresa canadiense Carbon Engineering comenzará a construir la primera planta de CDA en Texas, con la capacidad de absorber un millón de toneladas de CO2 al año. El mayor reto: reducir los costos para ampliar esta tecnología.

Adaptarnos

Velas en barcos cargueros Como todos saben los barcos antiguos impulsados por el aire no generaban emisiones contaminantes. Es por esto que la idea de poner velas en los barcos cargueros actuales —que generan 3% de las emisiones totales en el mundo— regresa; claro, con mayor tecnología. El siguiente año Michelin colocará una vela inflable en un carguero que espera reducir en 20% su consumo de gasolina. Empresas de Japón e Italia también experimentan con diversos tipos de velas de alta tecnología. Para el final de 2022 el número de grandes barcos de carga con algún tipo de propulsión aérea podría llegar a 40, cuatro veces más que ahora.

Aviones de hidrógeno Ya no sorprende a nadie ver automóviles eléctricos. ¿Pero aviones? El problema es que estos requieren mayores cantidades de energía, aunque la solución parece estar en las baterías de combustible de hidrógeno. Diversos aviones con este tipo de baterías verán su debut en 2022: Uno pequeño de dos asientos de la Delft University of Technology de Holanda; uno de 20 pasajeros de la empresa ZeroAvia; y otro de 40 de Universal Hydrogen, los últimos dos de California. De ser exitosos podemos comenzar a decir adiós a la enorme contaminación de los aviones comerciales, porque el único residuo que deja la energía de hidrógeno es pura y simple agua.

Carne artificial Quizás uno de los inventos más importantes en la historia de la humanidad: la creación de carne en laboratorios a través de células de animales “cultivadas” en “caldos” de proteínas, azúcares, grasas, vitaminas y minerales. Para 2022 se espera que SuperMeat, de Israel, pueda comenzar a vender sus hamburguesas de pollo a diez dólares por unidad, cuando en 2018 costaban dos mil 500. Finless Foods en California espera recibir autorización para vender atún de aleta azul cultivado a un precio de 440 dólares por kilo, una reducción de los 660 mil dólares que costaba en 2018. Otros productos que están en la fila: el tocino, el pavo y la carne de res.

Entonces, ¿qué les parece? Lo único cierto en todo esto es que el futuro nos ha alcanzado y no queda más que adaptarnos o morir. ¡Feliz Año Nuevo!