MÉXICO: UNA PANDEMIA EN SEIS PALABRAS

Una reducida colección de vidas en breves enunciados.

Juan Pablo Delgado
Columnas
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¿Qué más se puede decir sobre esta pandemia? ¿Qué recovecos siguen sin explorarse en los kilómetros y kilómetros de enunciados escritos sobre infecciones, hospitales, respiradores, muertes, tragedias…?

Quizás en este vasto océano de información nos falte encontrar alguna isla que nos remita a la esencia humana; un pedazo de tierra firme que nos revele la experiencia íntima que han vivido —durante meses— millones de personas sumergidas en el aislamiento, distanciamiento, temor y angustia de este confinamiento aparentemente interminable.

Surgen entonces algunas preguntas: si queremos echar luz a la mente de tantas personas, ¿cómo lograr esto de la mejor manera? ¿Qué método utilizar para capturar estas fotografías íntimas? ¿Cómo penetrar en la privacidad de tantos individuos?

Una manera de hacerlo es seguir el ejemplo de Larry Page, creador de Six Words Memoirs, un portal donde cientos de miles de personas han plasmado la esencia de su vida utilizando —como bien indica el título— únicamente seis palabras.

Quizás algunos conocedores recordarán que esta idea surgió originalmente con Ernest Hemingway, quien de forma legendaria ganó una apuesta a un amigo que lo retó a escribir un cuento de seis palabras. El resultado fue conmovedor: For sale. Baby shoes. Never worn (“Vendo zapatos de bebé, jamás usados”).

Ahora que vivimos en los tiempos del Covid, Larry Page decidió enfocar su atención en la vida humana de la pandemia publicando una breve colección de microbiografías en The New York Times. Naturalmente me pareció una idea digna de ser emulada en este espacio.

Enunciados

Así que a continuación les presento el resultado de mi veloz convocatoria para entender la vida mexicana durante la pandemia: una reducida colección de vidas que han buscando expresar el tedio, la tristeza, la tragicomedia y la esperanza en breves enunciados. Con ustedes: una pandemia mexicana en seis palabras.

“Tuve un hijo, nadie lo vio”. Mónica Vite.

“Descubrí que llevaba varios años encerrada”. Elma Cantú.

“Información infinita... y nadie sabe nada”. Daniel Morales.

“Me convertí en maestra de repente”. Elisa Ramírez.

“Mundo de posibilidades; empatía y solidaridad”. Déborah Martínez.

“Chinga’os, ahora veo a Laura Bozzo”. Arturo Maldonado.

“Puro Netflix pero sin maldito chill”. Catherine Piquet.

“Todavía tengo la vida en cajas”. Fernanda Kuri.

“Yo ya estoy hasta la madre”. Chiris Jiménez.

“Simplificar la vida de manera forzada”. Javier Delgado.

“Todos los pinches días intento sobrevivir”. Camila Cantú.

“¿Qué es un fin de semana?” Arturo Borjas.

“...y los platos no se acaban”. Ana Laura Herrera.

“Ver calendarios todo el (pinche) tiempo”. David García.

“Olvidé los tuppers en la oficina”. Andrés Durán.

“La felicidad es estar bien solo”. Fernando Castilla Jr.

“Qué bueno que nos casamos antes”. Roby Calderón.

“¿Es lunes o martes?... Es sábado”. Rolando Sepúlveda.

“Las maestras ganan muy poco dinero”. Marisa Treviño.

“Aprende a abrazar los cambios inesperados”. Majo Nava.

“Sin cheve; hijo nuevo; siempre gordo”. Carlos Pedroza.

“Selección natural… y nosotros de aferrados”. Luli Monsalvo.

“Fue tormenta, pero duele el naufragio”. Alejandro Huitrón.

“Lo que no mata te fortalece”. Claudia Chávez.

“Llaves, celular, cartera... ¡chingada, el cubrebocas!” Alex Hernández.

“Adiós al beso, hola espacio personal”. Nora Cayfer.

“Excelente momento para no tener hijos”. Julie Piquet.

Y como gran final les dejo mi aportación a esta breve colección literaria, inspirada en la historia trágica de Hemingway: “Cambio pantalón: talla 34 por 36”.

Así las cosas...