CUOMO, SALGADO, CACHO Y HUERTA: RASEROS DIFERENTES

Katia D'Artigues
Columnas
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La fiscal de Nueva York, Letitia James, una mujer afroamericana, se tomó su tiempo para hacer la declaración con calma, dueña del momento. “La investigación independiente concluyó que el gobernador Andrew Cuomo acosó sexualmente a múltiples mujeres y al hacerlo violó leyes federales y estatales”.

Específicamente “la investigación encontró que el gobernador acosó a pasadas y actuales funcionarias públicas al tener con ellas tocamientos no consensuados ni bienvenidos y haciendo numerosos comentarios ofensivos de una naturaleza sugestiva y sexual que crearon un ambiente hostil de trabajo para las mujeres”.

Lo veía en la televisión y me dio algo de envidia por el Estado de Derecho. Me clavé viendo entrevistas a las abogadas de estas once mujeres denunciantes que llevaron a que esta fiscalía, durante meses (pero solo meses, no años), entrevistara a 179 personas, hiciera cientos de fojas y llegara a esta conclusión que ha puesto a Cuomo en una muerte política inminente y —aunque aferrado a su “inocencia” por “motivos culturales”, quesque porque es italiano y le enseñaron a ser cariñoso y abrazar y besar a hombres y mujeres— hasta Joe Biden le pidió renunciar a su cargo.

¿De qué lo acusan estas mujeres? ¿De violación como a Félix Salgado Macedonio? No. De que un día, por ejemplo, a una de ellas con la mano recorrió del cuello hasta la parte baja de la espalda. O que a otra empleada que estaba en una reunión y usaba una blusa semi escotada le preguntó qué dije o qué collar estaba en medio de sus pechos. O que tocó los pechos de otra mujer leyendo lo que estaba ahí escrito. Ojo, querido lector, no minimizo estas denuncias contra Cuomo, pero enfrentada con la realidad de México… pues sí me dan envidia.

Pedofilia, tortura, redes de trata…

Esta semana, sin ir más allá, tenemos un botón de muestra que grita. Y que fue muy interesante porque fue una exigencia pública nada menos que en la exsede del Senado, la casona de Xicoténcatl, donde se realizó el foro Hacia los diez años de la Ley contra la Trata de Personas; desafíos, retos y perspectivas.

Primera reflexión: ¡ufa, ya diez años! ¿Qué logramos en este tiempo? Creo que poco. Si no lo creen, yo diría que habría que preguntarle a Lydia Cacho. A ella la secuestraron y torturaron ¡en 2005! Y ahora sigue luchando, casi con sus propios medios y apoyo de organizaciones como Artículo 19 y hasta la ONU. Si bien recibió hasta una disculpa del gobierno mexicano, Kamel Nacif obtuvo un amparo de un tribunal de Quintana Roo. Sí, el mismo que le agradeció al entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, a quien ofreció mandarle “dos bellísimas botellas de cognac” por haberle dado “coscorrones a esa vieja cabrona” (Marin dixit, refiriéndose a la periodista).

Pero bueno, estaba el foro y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, un político que sabe lo que implican sus palabras públicas, le hizo un reclamo aireado a Ricardo Monreal, coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado y durante en estos tiempos fuera de tiempos ordinarios de sesiones también mandamás de lo que se discute en los “tiempos extraordinarios” antes del 1 de septiembre (fecha importante porque todos los diputados tomarán protesta y por lo tanto tendrán fuero).

“Lo digo con todo respeto, senador Monreal, lamentamos mucho que se haya excluido del periodo extraordinario de sesiones el asunto del desafuero del diputado Saúl Huerta Corona, acusado de violación y abuso sexual, lo cual envía una señal contradictoria muy negativa, porque nosotros debemos ser los principales interesados en erradicar este tipo de prácticas ilícitas”, dijo Encinas.

Aquí hay que contextualizar. En abril de 2021 Huerta fue detenido y luego liberado por su fuero debido al presunto abuso contra un menor de 15 años. La Fiscalía General de Justicia de la CDMX desde entonces determinó que ese menor presentó signo de abuso y fue intoxicado con etanol; encontraron rastros de semen en su ropa interior.

Unos días después, alentado por la primera denuncia, otro menor de edad presentó una demanda parecida contra el legislador de Morena en Puebla pero sucedida antes, en 2019.

La (medio) respuesta de Monreal hay que citarla y seguirla. Más porque es un legislador, por Puebla, de Morena. “No le acepto su reclamo, licenciado Alejandro Encinas. Son tiempos del Congreso. Le pediría, simplemente, su respeto. No vamos a permitir ninguna impunidad. Para su conocimiento, porque usted tocó aquí el tema, mañana se reúne la comisión. No habrá impunidad en el Congreso, y en el Senado no vamos a proteger a nadie”.

Y adelantó que esta misma semana se reuniría la comisión donde se discutirían no sólo el desafuero de Huerta sino también los de Mauricio Toledo y del fiscal de Morelos, Uriel Carmona.