INCONGRUENCIAS Y PARADOJAS

Katia D'Artigues
Columnas
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1. Que se haga la sana distancia en los bueyes de mis compadres, pareció decir con sus actos Hugo López-Gatell este final e inicio de año. El hombre que nos ha pedido una y otra vez que nos quedemos en casa, que guardemos sana distancia, que nos lavemos muy bien las manos y que atendamos las recomendaciones como usar cubrebocas en lugares cerrados y cuando las autoridades lo pidan, no las cumplió él mismo.

En esta era donde casi todo el mundo tiene una cámara en su mano por el celular, se le vio hablar sin cubrebocas en un vuelo; luego retratado sin sana distancia en un restaurante y una playa de Oaxaca.

¿Y qué dijo para justificarlo? “No tengo nada qué ocultar; efectivamente fui a la costa de Oaxaca. Fui a San Pedro Pochutla, es un sitio hermoso, con población muy generosa, benévola y fui a visitar a familiares cercanos, a personas muy amigas y estuvimos en una casa particular”. Contestó, también, paradójicamente en el estrado de la conferencia de la tarde con un letrero que decía: “Quédate en casa”. Y que si salió a un restaurante es porque en esa zona sí se permitía.

Nadie dice que no tenga derecho a irse de vacaciones (pese a la posición contraria, por ejemplo, de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien señaló que ante la emergencia ni ella ni nadie de su equipo tomaría descansos), pero ¿no debería poner el ejemplo? ¿Asumir que es el encargado de lidiar (mal, pero esa ya es otra cosa) con la pandemia que ha acabado ya con la vida de 128 mil personas?

Por menos de esto en otros momentos la “izquierda” (es un decir) que nos gobierna hubiera pedido su salida por incongruente. Como ya renunciaron al hacer cosas menos graves otros altos funcionarios, como el secretario de Salud de Nueva Zelanda, que en abril dimitió tras hacer un viaje a la playa. Él dijo: “Soy un idiota. En momentos en que estamos pidiendo que los neozelandeses hagan sacrificios históricos, yo le fallé al equipo”.

Por cierto Zipolite, la playa en la que estuvo López-Gatell, significa “Playa de los muertos” en zapoteco.

2. Morena, es para su oposición, lo peor de todo, ¿cierto? Por eso PAN, PRI y PRD se han unido con la esperanza de que, al menos, en 2021 le puedan arrebatar el control de la Cámara de Diputados y ganar alguna gubernatura.

Sin embargo ante el desmadre interno de Morena (partido de regeneración que se degenera solito), que no logró “planchar” las inconformidades de quienes no fueron señalados por el dedo de Mario Delgado o de López Obrador y ante encuestas también opacas, ¡les abren las puertas a aquellos inconformes para que puedan ser candidatos por la coalición Va por México!

¿Y han escuchado el último spot del PT que, según yo, es parte de la coalición que llevó a AMLO al poder criticando al actual gobierno?

Ah, lo que se hace por ganar elecciones.

Democracia

3. Con Donald Trump, quien habló pestes de los mexicanos, que nos usó de piñata para ganar votos con su amenaza del muro y que ahora renuncia a irse del poder, AMLO se llevó bien. (Hizo todo lo contrario, ya en el poder, de lo que él mismo escribió en su libro Oye, Trump). Sin embargo con Joe Biden, quien ha ofrecido algo mejor, empieza con el pie izquierdo desde su negativa a felicitarlo a tiempo.
Ahora hace otra cosa extrañísima: ofrecer asilo político a Julian Assange luego de que una jueza británica negó su extradición a Estados Unidos, donde es buscado por cargos de espionaje. Sonaría, espero esté de acuerdo, “a una medida simbólica de promoción a la libertad de expresión y el derecho a la información”, como escribió la organización Article 19.

Pero, incongruencia, lo hace en la misma conferencia de prensa donde ataca al INAI, una institución clave para la democracia que, sin embargo, como todo lo que no pueda estar bajo su absoluto control, como instituto autónomo, menosprecia, le choca. A AMLO no le gustan los contrapesos. Lo ha demostrado una y otra vez.
Ataca por “caro”, un “gasto superfluo”, al INAI, que obliga a los gobiernos y muchos otros sujetos obligados a transparentar cómo se ejerce el dinero público, porque lo mismo podría hacer su propia administración vía la secretaría de la Función Pública o la Auditoría Superior de la Federación, que está en la Cámara de Diputados, también bajo su control.

4. Qué fuerte día el miércoles en EU. Estado de sitio en Washington, caos en las calles, violencia, democracia en vilo. Un presidente, Trump, que se resiste a irse. Tomémoslo como un espejo de lo que lleva la polarización extrema, aun en una democracia con tantas instituciones mucho más fuertes de las que nosotros tenemos (y que estábamos debilitando aún más).