HACIA LA MEDIACIÓN ESCOLAR EN LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

Un punto en común en el que se propicien el diálogo, la cooperación y la comunidad.

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Columnas
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Cuando hablamos de mediación escolar debemos entenderla no solo como el mecanismo o procedimiento extrajudicial sino también como una forma de convivencia y diálogo armónico, de atención y gestión en la solución pacífica de los conflictos, y un elemento para erradicar la violencia en el ámbito educativo en la búsqueda de una cultura de la legalidad y de la paz para cada una de las personas.

Hoy, producto de la pandemia, la educación tradicional en todos los niveles está en un cambio de paradigma de suma importancia: pasar de una forma presencial a una en línea que conlleva otros instrumentos, más recursos, así como una serie de valores, habilidades y conocimientos para aprovecharla de la mejor manera.

La mediación escolar busca instituir entre sus miembros —sean directivos, administrativos, profesores, estudiantes o padres— un punto en común en el que se propicien el diálogo, la cooperación y la comunidad para encontrar las soluciones más eficaces a las problemáticas que se vayan presentando, así como construir un ambiente de convivencia pacífico, verbigracia, entre alumnos construir un aula alejada del bullying, de la discriminación o el maltrato.

Es decir, con la mediación escolar se busca generar un conjunto de habilidades, técnicas y de cierto modo inteligencia emocional para abordar, prever y gestionar los problemas que se van desarrollando en el curso escolar. Para ello se necesita ser empático, saber dialogar y saber ponerse de acuerdo con la otra parte para trabajar en equipo en la consecución de un fin en común.

Visión

Por ejemplo la UNAM, y específicamente la Facultad de Derecho a cargo de su director el doctor Raúl Contreras Bustamante, pugna por llevar a cabo este procedimiento —no solo de manera formal sino también informal— para atender las necesidades de todos los miembros de su comunidad universitaria ante los efectos y estragos de la pandemia, manteniendo una comunicación fluida y clara, lo que permite identificar las necesidades y los conflictos para no permitir que se extiendan o afecten a personas no implicadas. Se aceptan los otros puntos distintos de vista, así como se pone en práctica esa escucha activa que permite alcanzar acuerdos eficaces que generan confianza, sea en cuestiones de clases, las clases remediales o con las problemáticas que se puedan suscitar en los exámenes extraordinarios.

No solo por ello la Facultad de Derecho está a la vanguardia sobre cuestiones jurídicas sino por otras temáticas que inciden en su comunidad universitaria y en general en la sociedad, lo que ha traído como resultado un gran aprendizaje y una mejor capacidad en la toma de las decisiones, con visión y liderazgo, habilidades que hoy necesitamos y que las bondades de la mediación escolar nos permite potencializar. La Facultad de Derecho de la UNAM sigue avanzando.

Lo anterior nos hace ver y entender que la mediación es el camino hacia el diálogo, la convivencia armónica y, no menos importante, la forma de hacer partícipes a todas las personas en la solución de los conflictos.

Bien lo expresaba María Montessori: “No podemos crear observadores diciendo ‘observen’ pero sin darles el poder y los medios para esa observación; y estos medios se adquieren a través de la educación de los sentidos”.