¿HACIA UNA JUSTICIA EN LÍNEA?

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Columnas
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Hoy el mundo atraviesa por una serie de divergencias que de no corregirse lo más pronto posible pueden tener efectos que perduren algunos años y harán que salir de ellos sea muy complejo: en México la impartición de justicia, que se realiza a través de los medios tradicionales, en su mayoría dejó de operar debido a la pandemia por el coronavirus a mediados de marzo. Y si bien existen avances e iniciativas aún hay incertidumbre respecto de la forma en la que se tramitará en todas las materias jurídicas.

El Poder Judicial de la Federación y algunos poderes judiciales estatales trabajan ya con un sistema de justicia en línea que permite a las personas continuar, de cierto modo, la solución de controversias. Pero en el caso del Poder Judicial de la Ciudad de México este se ha quedado muy atrasado y es importante no olvidar que es de los que cuentan con mayor carga de trabajo, tanto de juicios civiles como familiares.

Los problemas de las personas pese al aislamiento siguen y se complican si no se les da la atención debida. Verbigracia, hemos visto que estos son de los meses con mayor violencia familiar y contra las mujeres, más inseguridad y otros problemas sociales que parecen no dar tregua.

El acceso a la justicia es un derecho fundamental no solo consagrado en la Constitución sino también en diversas convenciones y tratados internacionales, y que el Estado tiene la obligación de promover, proteger y garantizar.

Actualmente con la sociedad de la información tenemos un mayor alcance para utilizar eficientemente las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y aplicarlas al sistema de justicia, donde los juicios se pueden tramitar bajo plataformas y en un entorno digital.

Tal es el caso del Estado de México o del Tribunal de Justicia Administrativa, donde ya se pueden tramitar diversos juicios. En estos tiempos de crisis no podemos dejar de utilizar los elementos tecnológicos que tenemos al alcance, pero pareciera que no se quiere ir hacia esos entornos.

Ya hemos visto que la educación pudo ir adaptándose a esta nueva situación. Obviamente trajo ventajas y desventajas, pero si bien este sistema en el que se combina lo presencial con lo virtual o de la educación a distancia no es perfecto sí es perfectible. Lo mismo sucederá en el caso de los sistemas judiciales. Y nos referimos a que no hay que aventurarse y salir con un sistema sino aprovechar las experiencias que se tengan y tratar de hacerlo de la mejor manera. Si en la marcha hay que modificar, se va haciendo, pero no de todo el sistema.

MASC

Otro de los puntos importantes en la impartición de justicia, y que nos preocupa, es la consideración de la mediación y otros medios alternos de solución de controversias (MASC).

No sabemos si haya un momento idóneo pero ante la situación actual y la carga de trabajo que se vislumbra los MASC vienen a otorgar, como su nombre lo dice, una alternativa para que las personas tengan oportunidad de acceder a la justicia de manera pronta y expedita, además de que son mecanismos que buscan resolver todo de manera pacífica, lo que trae un doble resultado: primero, se solucionan los problemas; y, segundo, se genera una cultura de la paz. Y sí que la necesitamos.

Por ello consideramos necesario e importante que los sistemas judiciales no solo cuenten con plataformas digitales para los juicios sino con plataformas en las que los mediadores puedan llevar y tramitar esos procedimientos, que sean accesibles y afables para las partes. Recordemos que son mecanismos humanos y voluntarios. Incluso nos lleva a reflexionar que con buen uso de los MASC en línea la carga de trabajo en tribunales comenzaría a descender. Es importante que se magnifique la promoción de estos mecanismos y se concientice a la sociedad, a los abogados y a las personas de que no todo se resuelve en un litigio sino que hay otras formas.

Estamos en un momento en que las cosas indefectiblemente van a cambiar, incluyendo las relaciones humanas, la forma de convivir, la enseñanza, los juicios, los negocios, etcétera. Esto en principio por las normas sanitarias y distanciamiento social que se debe efectuar y que de acuerdo a expertos puede durar dos o tres años.

Hoy más que nunca la justicia en línea no es el futuro sino que ya es nuestro presente. Y como sociedad debemos tener la capacidad de innovar y atender de la mejor manera los problemas.

Para finalizar recordemos una frase del periodista norteamericano Joseph Pulitzer: “Ojo a las situaciones inesperadas. En ellas se encierran a veces las grandes oportunidades”.

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