NO ES UN PROBLEMA DEL FUTURO, ES UN PROBLEMA DEL AHORA: COP26

“Estamos en un punto crucial”.

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Columnas
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El cuidado y protección del medio ambiente, así como el desarrollo sostenible, debería ser uno de los tópicos principales en las agendas de políticas públicas de los gobiernos. En las pasadas semanas en una de las ciudades más importantes en cuanto avances tecnológicos y en pro del medio ambiente en el mundo, Glasgow, se llevó a cabo la vigésima sexta sesión de la Conferencia de las Partes (COP26), que reunió a más de 190 líderes mundiales, miles de representantes gubernamentales, empresarios y ciudadanos con el objetivo de revisar los avances sobre el clima determinados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Uno de los objetivos de esta COP26 fue generar las medidas necesarias para reducir las emisiones de distintos gases en el mundo, además de impulsar un modelo de adaptación para atender los mayores problemas ambientales y encontrar una actitud resiliente.

Todas las acciones preliminares se orientan y buscan lograrse para 2030. Dentro de estos objetivos también se analiza el Acuerdo de París referente al calentamiento global y el mantenimiento de la temperatura por debajo de 1.5° C, en principio, dirigiendo los esfuerzos para incentivar en los gobiernos el uso de energías limpias y con ello bajar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Después de largas negociaciones y análisis que se extendieron por más de una semana se logró un documento que si bien no es vinculante para las partes representa algunos avances y en el que se pudo determinar el éxito en estas discusiones que lograron los países industrializados, cediendo en términos generales y tan delicados como en distintas situaciones que gradualmente solventaron incluso desde las mismas diferencias entre los Estados, verbigracia, la cooperación entre EU y China sobre las emisiones de metano, las transiciones hacia las energías limpias y la descarbonización.

Si bien México no aparece en esta gigantesca negociación de forma directa, sí es parte de ella y mientras más se involucre tendrá mejores parámetros de acción ante un gran problema no del futuro sino de ahora, que tiene que ver con la mención de que el carbón es una de las causas principales del calentamiento global y como resultado existe un compromiso para reducir el uso.

Distintos expertos llegan a la conclusión de que si bien hubo avances el texto es débil y aún falta trabajar más sobre el uso del carbón, los subsidios y un llamado de atención a los intereses de los combustibles fósiles.

Es un punto crítico, pero el objetivo de la COP26 era establecer compromisos de acción para lograr mantener la temperatura del planeta por debajo de los 2° Centígrados y así evitar una catástrofe climática.

Resulta importante que tanto los gobiernos como la sociedad civil y la misma academia no desdeñen estos temas tan vitales: el medio ambiente sano. Estamos en un punto crucial. Es mejor ahora prevenir y que el último llamado no suceda como la historia de Pedro y el lobo en la que después de varios intentos o mejor dicho mentiras por parte de Pedro los habitantes del pueblo ya no le creyeron hasta que llegó el lobo —la catástrofe climática.

Estamos en un punto de no retorno en que las acciones nunca serán demasiadas para proteger uno de los bienes más importantes de la vida: el medio ambiente.

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