Puesto que en la actualidad la infancia en la Ciudad de México tiene altos índices en consumo de alcohol, tabaquismo y sobrepeso urgen políticas públicas que garanticen el pleno desarrollo de la niñez, así como una mayor inversión en educación y salud: será la forma en que tendremos mejores ciudadanos, mejor preparados y en óptimas condiciones físicas.
“De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la Ciudad de México habitan un millón 937 mil 538 niños, que van de los cero a los 14 años y cuyo porcentaje representa 22% de la población. De ahí la importancia de destinar más recursos para este sector tan vulnerable ya que la inversión que se hace hoy es mínima. El año pasado el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia capitalino ejerció solamente tres mil 198 millones de pesos”, dice el vicecoordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional, diputado Christian von Roehrich.
Tiene razón el legislador: una prioridad son las nuevas generaciones. Y estamos haciendo muy poco por ellas. Hoy los niños se quedan solos. O con algún pariente. Sus madres tienen que salir a trabajar, por lo que no pueden estar al pendiente de ellos. Van a la escuela cuando pueden. Comen lo que ven a la mano, que generalmente es comida chatarra que los hace subir de peso, con el consiguiente problema de obesidad. Y si ya están en la adolescencia no falta el supuesto amigo que les invita el cigarro, para empezar; después algo de tomar y así inician en el vicio que muchas veces no se enteran los papás. O la mamá hasta que ya es demasiado tarde.
“Según el Informe Trimestral de Avance Programático Presupuestal en el rubro de educación el gobierno, mediante el Fideicomiso de Educación Garantizada, destinó 64% del presupuesto ejercido en 2019 en gastos administrativos y de operación. O sea, solo 36% de los recursos del fideicomiso es para apoyar la educación de niños y adolescentes”, asevera el legislador del blanquiazul.
El gobierno tendrá que hacer un mayor esfuerzo, porque el porcentaje destinado a la educación es muy bajo. Se requiere un mayor gasto en preparar a esos niños y adolescentes para evitar que a temprana edad vayan a engrosar las filas de la delincuencia. Y los padres deberán poner más de su parte para estar al pendiente de sus hijos cuando todavía es posible que se dediquen a estudiar para lograr llegar a la universidad y hacer una carrera que sea el orgullo de sus madres o padres. Porque lograron hacer unos jóvenes de bien. ¿Qué le parece?
El bolso de Laura…
Ahora le cuento que se comenta que los comedores comunitarios que apoyan a la población vulnerable no cuentan con insumos y en algunos casos se les están quedando las comidas, por lo que diputadas de Morena han salido a la palestra a desmentir ambas cosas. Dicen los que saben que los comedores están apoyando a las personas que acuden a los hospitales a ver a sus enfermos y pueden acceder a esta ayuda que es gratuita. Y que sobre todo ni faltan insumos ni se les queda la comida. Y continuarán ofreciendo el servicio. Qué bueno… Diputados locales —se sabe— solicitan a la Secretaría de Gobernación la implementación de un programa de renta básica que garantice una transferencia monetaria de tres mil 200 pesos a millones de mexicanos que se encuentran en extrema pobreza. Mínimo Vital, le llaman, y se dice que puede ayudar a salvar vidas. Consideran que sería un respiro y el gobierno federal cuenta con los recursos e instrumentos para evitar un desastre económico. Que de no actuarse pronto el costo será mayor. ¿Será?...