Desde hace más de un año se denuncia la falta de medicamentos para niños con cáncer en diversas partes del país, por lo que padres ya desesperados recurren incluso a bloqueos en todo México ante la indolencia de autoridades que culpan a los directores de hospitales o a intermediarios, pero no investigan al respecto y mantienen el problema en un simple discurso político: por ello diputados capitalinos van por sancionar la omisión.
El diputado panista Christian von Roehrich propone “reformar los artículos 255 y 256 del Código Penal para sancionar con prisión de doce a 24 años el genocidio institucional. Que se castigue al servidor público administrativo en ejercicio de sus funciones que por acción u omisión, y como responsable de asignación o ejecución de presupuesto público, genere un detrimento en la salud o entorpezca un tratamiento médico”.
Se trata de una propuesta genial que aceptarían miles y miles de personas, no solo con padecimientos de cáncer sino además enfermos en general que al acudir a una consulta médica en alguna institución del sistema público de salud generalmente no obtienen los medicamentos porque se acabaron. Todo aquel paciente al que se le pide que “regrese en ocho días a ver si ya llegó”. Y no, no lo han surtido todavía. Y así se la pasan meses. O los tienen que comprar. Aunque la mayoría no cuenta con recursos económicos para adquirirlos, lamentablemente.
“Se sancionará también con los mismos años de prisión a quien no siendo servidor público por acción impida o entorpezca la continuidad de un tratamiento médico. Porque el acceso a la salud fue universalmente reconocido en diversos instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por lo cual debiera ser de observancia para todos los servidores públicos responsables de garantizar el derecho a la salud, mismo que ha sido violado por la administración pública federal dejando sin medicamentos y terapias a miles de enfermos”, explica el legislador.
Pues sí, las personas conocen ese derecho a la salud pero desde antes de la contingencia sanitaria por el Covid-19 se dejó de abastecer a las farmacias de instituciones de salud, lo que propicia el fallecimiento de muchas personas. Niños con cáncer que se van sin la alegría de sus padres de haberles proporcionado el medicamento que necesitaban, lo cual es una negligencia y, a sabiendas, no se hace nada para solucionar el problema. Solo promesas y más promesas. Incumplidas para no variar. Y no se sabe hasta cuándo.
“La nación ha sido testigo de la repartición de culpas como argumento de justificación, que no basta para las personas que sufren hoy la muerte de un ser querido. O quienes han visto el deterioro de la salud de sus hijos, hijas o cualquier otra persona amada. Han sido culpados hasta gobiernos anteriores. Como suele pasar, todo se estanca en mero discurso ante la incompetencia”, precisa el diputado Von Roehrich, vicecoordinador del grupo parlamentario del PAN en el Congreso local.
La verdad es que de aprobarse la iniciativa los servidores públicos lo van a pensar antes de desviar un presupuesto, sabiendo que pueden ir a prisión. ¿A usted, qué le parece?...
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que todavía la Secretaría de Finanzas del gobierno local no emite el proyecto de presupuesto para el año próximo, pero dicen los que saben que los diputados morenos ya advierten que habrá un ajuste porcentual enfocado a la atención del Covid-19. ¿Será?...