Luego de varias semanas de parálisis legislativa los diputados sesionaron de manera presencial, con todas las medidas de seguridad y guardando la sana distancia, para reformar el Reglamento y la Ley Orgánica del Congreso a fin de incluir las sesiones virtuales, aunque establece candados para evitar la aprobación de reformas constitucionales o nombramientos. Se trata de priorizar los efectos de la contingencia sanitaria y, por supuesto, del problema económico derivado de la pandemia.
“Las reformas son fundamentales, porque este escenario no se encontraba previsto en las leyes que dan funcionamiento al Congreso de la Ciudad de México y ahora hay que establecer reglas claras para el caso de requerir medidas en casos extraordinarios, como desastres naturales o contingencias de salud como las que se viven en este momento”, expresa el vicecoordinador del grupo mayoritario de Morena, diputado José Luis Rodríguez Díaz de León.
Pues sí, ha sido un gran logro sesionar de forma presencial para concretar la reforma y continuar tareas legislativas que quedaron en suspenso ya que el Reglamento y Ley Orgánica del Congreso no preveían las sesiones virtuales. Y aunque faltaron 17 legisladores, con los 49 presentes fue suficiente para lograr el consenso de los grupos de oposición para lograr la aprobación de la iniciativa. ¿Cómo ve?
“Con esta reforma avanzamos en favor de los habitantes de la Ciudad de México por la importancia de los temas que debe aprobar el Congreso de manera clara y transparente ante la ciudadanía. Y aunque el pasado 6 de abril se había publicado ya en la Gaceta Oficial el acuerdo por el que se autoriza el uso de medios remotos tecnológicos y de comunicación como medios oficiales para continuar con las funciones esenciales; y se establecen medidas para la celebración de las sesiones de los órganos colegiados en las dependencias, órganos desconcentrados, entidades de la administración pública y alcaldías, con motivo de la emergencia sanitaria”, recuerda Rodríguez, lo importante es que ahora de manera legal se podrán discutir y en su caso aprobar en sesiones virtuales las iniciativas rezagadas, varias de las cuales son para armonizar con otras leyes vigentes.
Así que ya no hay pretextos: ahora deben demostrar los representantes populares que realmente cumplen con su responsabilidad. Y además hacerlo bien. Porque las prisas y la ignorancia han provocado que la Suprema Corte les devuelva varias leyes, por lo que hasta ahora le han quedado a deber a los electores. ¿O no?
El bolso de Laura…
Ahora le cuento que se comenta que varios legisladores impulsan la creación de un programa de empleo temporal para apoyar la reactivación de las actividades educativas ya que casi 250 estancias infantiles han cerrado a consecuencia de la contingencia sanitaria, dejando en indefensión a 20 mil niños en la CDMX. Hay que incorporar a este programa de microcréditos que maneja el Fondo para el Desarrollo Social (Fondeso) a maestros de esos centros de cuidado infantil y de centros comunitarios ya que nadie los ha volteado a ver. Y vaya que lo necesitan… Y se dice que por temor al contagio de coronavirus, a pesar de que el edificio de Donceles fue sanitizado y se dispuso de una serie de medidas sanitarias y de sana distancia, el diputado Fernando Aboitiz Saro, de Encuentro Social, no se arriesgó a acudir a la sesión presencial del martes pasado: optó por que llamaran a su suplente, Roberto Candia, a participar en la sesión. Ya después decidirá si regresa o no. Precavido, ¿verdad?...