INCREMENTO AL AGUA

“Los legisladores se echan la bolita unos a otros”.

Laura Quintero
Columnas
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El martes 1 de febrero iniciará el segundo periodo ordinario de sesiones de la II Legislatura del Congreso local, que se advierte bastante intensa, de muchos enfrentamientos entre los grupos parlamentarios mayoritario y de oposición mientras se echan culpas por el controvertido 35% de incremento a los precios del suministro de agua en 165 colonias de la Ciudad de México que casualmente —no por echarle más leña al fuego, pero hay que decirlo— están todas en las alcaldías que gobierna la oposición, como si se hubieran seleccionado con mucho cuidado. Ah, pero no vaya a pensar que es una revancha política.

“El PAN tergiversa y manipula la información. Los diputados panistas son parte del origen de este artículo transitorio. Ellos lo avalaron con su voto mayoritario como fracción parlamentaria. Entonces no pueden hablar con falsedad. Ni tampoco decir que es revanchismo político”, afirma el diputado de Morena, Carlos Hernández Mirón, presidente de la Comisión de Hacienda.

El caso es que ya se hicieron bolas todos porque el incremento se publicó en la Gaceta Oficial el día 21. Morena acusa al PAN de aprobar el incremento que se aplicará a quienes rebasen los 60 mil litros de consumo. Acción Nacional señala a Morena. El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Rafael Bernardo Carmona, asegura que no habrá aumentos en las tarifas del agua.

Luego entonces ¿a quién le creemos? Porque los vecinos de las colonias afectadas se preocupan por ese aumento.

“El PAN y sus diputados locales otra vez mienten a los capitalinos sobre ese incremento a la tarifa del agua potable y respecto de que es revanchismo político contra las alcaldías de la oposición, porque desde 2019 ellos también votaron a favor de que los usuarios de uso doméstico paguen 35% adicional cuando registren un consumo superior a los 60 mil litros durante los primeros tres bimestres del año”, insistió el legislador del partido guinda.

Mientras los legisladores se echan la bolita unos a otros y calientan el ambiente previo a las sesiones ordinarias, no se advierte un trabajo legislativo productivo, sino muy pobre. Las iniciativas urgentes de la jefa de Gobierno pudieran aprobarse con la mayoría de Morena. Y hasta ahí. Como que no hay voluntad de avanzar porque tienen mayor rendimiento de la diatriba. Qué lástima, ¿verdad?

A su vez, Ricardo Rubio y América Rangel, del Grupo Diputados en Acción, afirman que “los legisladores de Morena mienten. El acuerdo de aumento de 35% durante 2020 fue declarado inconstitucional por un Tribunal Colegiado de Circuito por ser violatorio de los principios de proporcionalidad y equidad, puesto que la medida impone tarifas diferenciadas, por lo que el Grupo Parlamentario pondrá a disposición de la ciudadanía un formato de amparo con base en ese precedente judicial para que la medida defensora de garantías prospere”.

Bueno, eso no lo reconoce la mayoría parlamentaria y sigue con la desinformación. Porque aceptarlo es como echarse la soga al cuello, situación que debieron prever al aprobar en el Código Fiscal el incremento en demarcaciones opositoras el pasado diciembre. Los diputados deben asumir los costos de aprobar sugerencias a ver si pegan. ¡Lástima, Margarito!

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que no deja de llamar la atención que el Grupo Parlamentario de Morena en todas las sesiones exige a las alcaldías que ganó la oposición transparencia en los programas que manejan. Y ya exhortaron a casi todas a informar sobre el gasto del presupuesto participativo, que se sabe lo deben hacer, pero lo exigen con tanta premura solo a unas y ¿qué, las demás no tienen obligaciones? ¿O a esas se les permite el oscurantismo y se les perdona la rendición de cuentas? Vaya, vaya…