INDIFERENCIA

“La pandemia reveló muchas deficiencias en el sistema de salud”.

Laura Quintero
Columnas
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El año pasado en el rubro de salud, cuando la pandemia estuvo en el punto más alto de contagios y por ende los decesos, de manera inexplicable el gobierno capitalino optó por un subejercicio de dos mil 500 millones de pesos.

Ahora diputados de oposición pugnan por un incremento de 10% en el presupuesto para 2022 y el grupo mayoritario morenista se opone con beligerancia, aun cuando se trata de atender la salud de la población más necesitada. ¿Qué les pasa?

“El gobierno de la Ciudad de México dejó a millones de personas sin medicamentos o tratamientos. Hoy no hay justificación: tiene dinero y debe destinarlo para lo que se aprobó. Vamos a pelear para que en el presupuesto 2022 podamos ejercer 10% más en el sector salud y garantizar el abasto de medicinas”, advierte el diputado panista Christian Von Roehrich.

Resulta increíble que el gobierno haya hecho un guardadito en vez de atender el clamor de la gente contagiada y familiares para que los atendieran. No había camas suficientes, pero el caso es que tampoco medicamentos. Los mandaban a sus casas a pasar los días que les quedaban. Así que una gran cantidad de fallecimientos ocurrieron en las casas de los enfermos y no se sabe si los contabilizaron o los ignoraron. Lo peor del caso es que había recursos y se prefirió guardarlos. ¿Para qué? No se sabe.

“Más allá del subejercicio, significa que se desperdició dinero en una crisis de salud sin precedentes, con la tasa de letalidad más alta. Somos una vergüenza a nivel nacional. Debemos destinar más dinero desde el Congreso para que el gobierno no tenga justificación, porque los contagios continúan y los muertos también, aunque en menor cantidad. Y hay que atender las secuelas que dejó el Covid-19”, asevera el legislador, coordinador del Grupo Parlamentario denominado Diputados en Acción, en el Congreso local.

Tiene razón: se gastaron recursos en cubrebocas que se adquirieron a precios al parecer más elevados de lo normal; se contrataron médicos cubanos que nunca se sabrá si realmente lo eran, porque se afirma que en los hospitales a donde los enviaron solo fungieron como recepcionistas, nunca entraron a una sala para atender pacientes: se presume que fue un tour para justificar la ayuda al gobierno cubano por 135 millones de pesos. ¡Qué lamentable!

“La pandemia reveló muchas deficiencias en el sistema de salud del país. Y a la vez dejó clara la incapacidad del gobierno para hacer frente a una situación inesperada, dolorosa y grave en todos los sentidos. El número de contagios y la pérdida de vidas humanas iba de la mano de la irresponsabilidad oficial. La autoridad no fue capaz de resolver el problema con decisiones acertadas y aplicar todos los recursos del Estado para salvaguardar a la población”, dijo Von Roehrich.

Por supuesto, nadie esperaba una situación como la que vivimos, pero debe reconocerse que al negar al inicio de los contagios la enfermedad perdieron tiempo para actuar con eficacia. ¿O no es verdad?

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que surgen muchas quejas a diario por la invasión de comerciantes en las estaciones del Metro, que no dejan casi espacio para el tránsito de los usuarios. Pero se afirma que el gobierno capitalino no hará caso a las quejas sino que permitirá más comercio informal. Claro que los espacios no son para todos: se comenta que solo para los privilegiados con los que ya negociaron. ¿Será?...