Resulta lamentable que los diputados integrantes de la mayoría sorpresivamente convoquen a un periodo extraordinario de sesiones sin cumplir con el reglamento y por la vía rápida avalen un dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para legalizar el incumplimiento de la ley por parte del gobierno para quitarle siete millones de pesos al Tribunal Electoral de la Ciudad de México con el argumento de la pandemia.
“Es triste que el gobierno y Morena se escuden en la pandemia, utilizando el argumento de salvar vidas, para violar la ley y la Constitución local. No estamos cumpliendo con los diez días que establece el reglamento para analizar la iniciativa en la Comisión. No estamos respetando la autonomía del Tribunal Electoral. Se utiliza la emergencia para violar la ley, con lo que sentamos un pésimo precedente en la vida parlamentaria”, dice el coordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional, diputado Mauricio Tabe Echartea.
Nadie puede criticar que una mayoría parlamentaria apruebe una iniciativa que generalmente debería beneficiar a los habitantes de la Ciudad de México, aunque este no sea el caso. Lo lamentable es que lo hagan violentando la ley y en venganza porque el Tribunal Electoral capitalino no se autorrecortó su presupuesto, tal vez porque es año de comicios y requiere de recursos para cumplir con sus actividades en el proceso en marcha, lo que pareciera le molestó al gobierno.
“Este madruguete es un nuevo autorregalo de Navidad, cortesía de la presión hacia los órganos constitucionales y por la vía de la ilegalidad procesal parlamentaria. Por esa razón el grupo parlamentario del PAN no coincide con el gobierno en la forma de absorber dinero por todos lados en su intento por atender una pandemia que crece y se descontrola. Recursos que seguramente se usarán para el pago de médicos cubanos. Un gasto tan oneroso y más caro que un seguro de gastos médicos mayores”, explica la diputada albiazul América Rangel Lorenzana.
Tiene razón la legisladora: los diputados le otorgaron al gobierno la facultad —que legalmente es del Congreso— de reorientar el presupuesto como quisiera de acuerdo a las necesidades de la contingencia sanitaria. Y el gasto fue mínimo. Entonces ¿cuál es la razón de no entregarle su presupuesto completo al Tribunal Electoral? ¿Soberbia, tal vez?
“El dictamen presentado es solo uno de tantos ejemplos del autosometimiento de este órgano a los designios del gobierno en turno. El dictamen aprobado es un festival de ilegalidades, puesto que deriva de una sesión de la Comisión citada fuera de los plazos legales establecidos. Y en una verdadera pirueta legislativa digna de un espectáculo. Ese talante y esa urgencia por instruir al Congreso que sesione el día 24 de diciembre es el que hubiésemos preferido cuando se decidió regalar para 2019 y 2020 el Fondo de Capitalidad, traducido en nueve mil millones de pesos que hoy tanta falta hacen en hospitales y ambulancias”, precisó la diputada Rangel Lorenzana.
El caso es que se concedieron esos recursos al gobierno federal sin más ni más, aunque fue una batalla de varias legislaturas lograr que el gobierno federal le asignara a la ciudad ese fondo que inicialmente se destinó a varias compras prioritarias, como patrullas, y hoy sería de gran utilidad para hacer frente a la contingencia sanitaria. ¿A poco no?
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que hay gran preocupación entre las familias vulnerables que tienen acceso a la leche que vende Liconsa, porque desde inicio del año hay desabasto en los expendios y la mayoría están cerrados. Se sabe que esta situación se debe a la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso, que entró en vigor a partir del día 1 de enero. Y el líquido se empaca en bolsas de plástico, por lo que se espera que pronto se reanude la entrega de leche. ¡Ojalá!...