RECHAZO

“Hoy quieren cobrarles un impuesto por usar las calles”.

Laura Quintero
Columnas
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Vaya molestia que causó el anuncio de que el gobierno capitalino planea imponer 2% más de impuesto al consumo a las plataformas digitales, de streaming y hospedaje: impactará directo en el bolsillo de los consumidores finales.

“En la propuesta de Presupuesto 2022 para la Ciudad de México hay nuevos cobros y menos ingresos registrados, lo que demuestra que no le importa a la Jefatura de Gobierno la crisis de la pandemia, que cerró negocios y colapsó empleos, porque en el presupuesto les encajan más impuestos”, dice Christian Von Roehrich, del Grupo Diputados en Acción.

Pues sí que es una sorpresa sacarse de la manga nuevos gravámenes cuando se había asegurado que no solo no habría más impuestos sino que no se incrementarían los actuales. No se cumplió, aunque las autoridades bien saben que los dueños de las plataformas electrónicas no asumirán el incremento: lo trasladarán al consumidor final. Siempre ha sido así.

“Imponer 2% más de impuesto al consumo impacta al pequeño comercio y se traduce en un nuevo guardadito para la Jefatura de Gobierno de cara a 2024. Además, habrá opacidad en el destino de los recursos recaudados por el concepto del servicio prestado por aplicaciones de transporte individual, así como de mensajería”, advierte Von Roehrich, también coordinador del grupo parlamentario del PAN.

Es claro que a nadie le gusta pagar más impuestos, pero en esta ocasión, cuando con la pandemia se perdieron miles y miles de empleos, cuando mucha gente todavía no encuentra un nuevo empleo, cuando miles de negocios se vieron obligados a cerrar porque no tuvieron recursos para reabrir sus puertas, hay que agregar que el gobierno no hizo mucho para ayudar a los desempleados. Y a los negocios más impuestos. Como que algo no funciona. ¿O sí?

“Ciudadanos, empresarios y diputados crearemos un frente común ante la imposición del gobierno, que va contra esos miles de repartidores que arriesgando su salud encuentran una alternativa al terrible desempleo de la ciudad e invierten en una bicicleta o una moto para trabajar. Y hoy quieren cobrarles un impuesto por usar las calles”, sostiene a su vez el exdiputado y presidente de Acción Nacional en la Ciudad de México, Andrés Atayde Rubiolo.

Es cierto: todos los repartidores de plataformas digitales se expusieron al contagio. Algunos fallecieron. Pero siguieron llevando pedidos a las familias que se quedaron en casa para evitar la proliferación del Covid-19. No había de dónde escoger si las empresas habían cerrado. Y en vez de reconocerles su apoyo las autoridades les dan el golpe que dejará sin trabajo a muchos. ¡No se vale, pues!

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que alcaldías como Azcapotzalco empezaron a levantar los tiraderos de cascajo que han hecho quienes evitan cumplir con las disposiciones para esta actividad. O sea, evitan el pago por tirarlo en los lugares señalados e invaden incluso Áreas Naturales Protegidas, lo que provoca todo tipo de plagas. En Azcapotzalco recogieron la semana pasada 250 toneladas y hay como 38 tiraderos más. Aunque hay que reconocer que proliferaron más a raíz del sismo de 2017, cuando todas las alcaldías permitieron los tiraderos donde se podía. Ahora toca levantar lo que está y prohibir que sigan incrementando esos focos de infección. ¿O no?...