SE RESISTEN

Esta práctica es similar al desaseo financiero de la Línea 12 del Metro.

Laura Quintero
Columnas
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Mientras diputados de oposición y Transparencia Mexicana trabajan para crear una comisión que dé seguimiento a los recursos para enfrentar la pandemia de Covid-19 e impulsar la reactivación económica con miras a prevenir actos de corrupción, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro pretende adjudicar uno o varios contratos para el mantenimiento del sistema por 30 mil millones de pesos sin enterar al Congreso y mediante un compromiso con duración de 20 años.

“Consideramos que el Congreso local debe acompañar las decisiones de gasto del gobierno de Claudia Sheinbaum, por lo que hacemos un llamado a la jefa de Gobierno y a la bancada de Morena a cumplir los acuerdos y entregar la información precisa sobre el contrato millonario que se pretende adjudicar para el mantenimiento del STC Metro a espaldas de la ciudadanía, utilizando a la pandemia como pretexto para no informar”, advierte el diputado panista Federico Döring.

En días pasados la mayoría de Morena en el Congreso local aprobó facultar a la jefa de Gobierno para gastar el Presupuesto de este año como ella lo decida con motivo de la contingencia sanitaria, con el argumento de que se destinan recursos urgentes para dotar de insumos a los hospitales que atienden el Covid-19.

Por ello la oposición demanda la creación de una comisión que posibilite la realización de auditorías en tiempo real en la Ciudad de México para vigilar y fiscalizar el uso de los recursos y evitar cualquier tipo de corrupción.

Y ahora los legisladores se enteran de que sin licitación previa se dará un contrato que compromete recursos por 20 años, pero no quieren que se repita lo de la Línea Dorada de tristes recuerdos. ¡Tienen razón!

“Hoy más que nunca el Congreso local está obligado a poner la lupa sobre las decisiones del gobierno. No se trata de ponerle el pie sino de vigilar qué pasa con los recursos públicos para que se ejerzan de manera adecuada y no se aprovechen de la emergencia sanitaria para hacer negocios a costa del dinero público, de los contribuyentes”, asegura Döring.

Todos entienden que no se trata de una cacería de brujas sino de transparentar los recursos del erario. Nadie les cuestionará el gasto sino que se use bien y en las necesidades que se presentan para atender a los enfermos de Covid-19. Tan es así que todas las compras se han realizado sin licitar ya que se trata de una urgencia. Pero una adjudicación por 20 años y tantos millones de pesos, ¿es urgente? Que alguien me lo explique. ¿O usted, lector, lo justifica?

“Esto nos ha sorprendido porque tratándose de un contrato, o de diversos contratos, que implica compromisos por más de 20 años y más de 30 mil millones de pesos sí debería haber el mayor detalle en cuanto a la información. Porque esta práctica es similar al desaseo financiero de la Línea 12 del Metro”, dice el diputado panista, promovente de esta solicitud.

Pues no deja de llamar la atención que los legisladores de Morena se rasguen las vestiduras para hablar de transparencia y rendición de cuentas y festinen la honradez de este gobierno, pero cuando se trata de transparentar el gasto con recursos públicos se resistan a hacerlo, siendo que quien nada debe, nada teme. ¿O acaso esconden números? ¡Qué grave!

El bolso de Laura…

Ahora le cuento que se sabe que un funcionario de la Secretaría de Salud ha manifestado tener evidencia de que el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) deja morir a gente de coronavirus en sus casas. El diputado Jorge Gaviño Ambriz, del partido del sol azteca, solicitó de hecho a la secretaria de Salud capitalina, Oliva López Arellano, que informe si se abrió alguna investigación en relación a estos señalamientos. Y dicen los que saben que ha habido muchas quejas al respecto, porque cuando llegan a un lugar por un enfermo y lo ven mal se salen y dicen que luego regresan. Y, por supuesto, no lo hacen. De solo verlos saben que van a morir. Esperemos que se aclare esta situación. ¿Verdad?...