TRIUNFO CIUDADANO

“A los pueblos originarios hay que respetarlos y no reprimirlos”.

Laura Quintero
Columnas
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Luego de una semana los pobladores de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco y Milpa Alta empezaron a levantar su plantón en las avenidas principales: en el diálogo con autoridades del Gobierno de la Ciudad de México se acordó cancelar las obras que se realizaban para usar el agua de esas demarcaciones en beneficio de grandes constructoras.

“Esta modalidad en la toma de decisiones del gobierno sin consultar a las comunidades debe suprimirse y eliminarse de la agenda gubernamental. No hay que provocar a los pobladores mandándoles granaderos —que se supone no existen— que protagonizaron actos de violencia y tuvieron la osadía de entrar a las casas y hacer destrozos”, advirtieron diputados locales de oposición.

Los legisladores panistas Frida Guillén —integrante de la Comisión de Pueblos, Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes—, Federico Döring, Daniela Álvarez Camacho —vicecoordinadora de la Asociación Parlamentaria Ciudadana— y Luis Chávez García —presidente de la Comisión de Atención a Víctimas— destacan entre quienes apoyaron a los afectados.

Este fue un gran triunfo de los pobladores, quienes decidieron defender su agua y no dar pie a que las constructoras levanten grandes edificaciones en tierra propiedad de comunidades…. y hasta de conservación. Porque así empiezan: invadiendo. Así como lo hizo la empresa a cargo de la obra que tenía su maquinaria en terrenos privados de personas nativas de San Gregorio y se vieron en la necesidad de solicitarle que desocupara el lugar. ¡Imagínese!

“Celebramos que los habitantes del pueblo de San Gregorio Atlapulco hayan ganado la lucha por la defensa del agua en Xochimilco. Que su protesta haya doblegado la tiranía de autoridades que enviaron fuerza pública para desalojar a las personas que se manifestaban”, declaró el diputado Döring.

Pues no cabe duda de que los habitantes de los pueblos originarios ya se la saben. Es por eso que de inmediato empezaron a tocar las campanas de la iglesia, para alertar a los demás pueblos a que se unieran para defender lo que les pertenece. Y llamó mucho la atención que les expresaran “hoy por nosotros, pero mañana pueden ser ustedes”. Enseguida la gente empezó a dirigirse al incipiente bloqueo para enfrentar a la fuerza pública. Ellos saben que es la única forma de proteger lo que es suyo. Y así fue como la autoridad volteó a verlos y tuvo que negociar. No le quedó de otra.

“Qué bueno que se les escuchó y el gobierno de la ciudad aceptó su error. A los pueblos originarios hay que respetarlos y no reprimirlos. Ya vimos la respuesta que dio San Gregorio al rechazar la consulta sobre la reordenación territorial que trataron de imponer a los habitantes de esos pueblos originarios”, dice Döring.

La población se impuso y logró que se cancelaran las obras. Claro, no fue por las buenas, sino por el bloqueo que mantuvieron durante una semana. Pero lo lograron. ¡Valió la pena!

El bolso de Laura…

Ahora déjeme contarle que por increíble que parezca los diputados de la mayoría legislativa en el Congreso local solicitan aumento a su presupuesto de 266 millones de pesos, a pesar de su improductividad legislativa, aunque debemos reconocer que hay excepciones. La Secretaría de Finanzas asignó mil 766 millones de pesos, pero no alcanza, dicen. ¿O será que requieren financiar más eventos proselitistas por ser 2023 año electoral? Vaya usted a saber… Y mire nomás: no es por hablar mal de nadie, pero el jueves pasado no hubo sesión, según esto por falta de quórum. No llegaron ni la mitad más uno de los 66 integrantes del Congreso. Y no deja de llamar la atención que no informaran la causa, motivo o razón de su inasistencia. ¿Acaso se fueron a ver el futbol?