“DESDE EL PODER SE INTENTARÁ QUE LA GENTE PIERDA LIBERTAD”

LIBERTAD BAJO PALABRA CON SANTIAGO POSTEGUILLO

Hector González
Columnas
ESPAÑA HAY FESTIVAL
PABLO MARTIN/EFE

A Santiago Posteguillo la vuelta a la normalidad le genera sentimientos encontrados: el académico español celebra el paulatino regreso a las actividades pero a la vez no esconde su preocupación ante el concepto “nueva normalidad”.

Para el autor de Y Julia retó a los dioses (Planeta) atrás del discurso político se esconde una velada intención de restringir libertades.

—¿Cómo entiende el concepto “nueva normalidad?

—Lo entiendo, aunque me incomoda que el gobierno hable de una nueva normalidad. Me recuerda a 1984 de Orwell. Además de que la crisis sanitaria en mi país no se gestionó adecuadamente, me preocupa la crisis económica. A veces me gustaría ser menos consciente de las cosas: creo que viviría más feliz.

—¿En qué sentido le incomoda?

—Me rebelo y me niego a la “nueva normalidad”. Me parece que la clase política utiliza el lenguaje para manipular a la gente. Es la Teoría Sapir-Whorf de lingüística: si cambiamos el lenguaje, cambiamos el pensamiento. Me parece un mecanismo adecuado para la igualdad de género, pero si un político habla de una “nueva normalidad” en realidad nos pide que aceptemos una pérdida de libertades. Por los atentados terroristas del 11 de septiembre aceptamos una serie de restricciones en los aeropuertos. ¿Ahora qué estamos dispuestos a perder?

—Aunque ahora no podemos volver a lo mismo…

—Desde luego, estoy de acuerdo con las prevenciones sanitarias. Durante un tiempo no podremos hacer lo mismo que antes, pero el objetivo es volver a la realidad anterior incorporando cosas nuevas, como una mejor relación con el medio ambiente.

—¿Ve peligro en emular medidas de protección como las aplicadas en China?

—Creo que ese no es el camino correcto. China no me vale de ejemplo porque su idea de libertad y democracia es muy diferente. Corea y Japón tienen democracias más similares a las nuestras, pero también tienen una diferencia cultural muy grande. No entraré en el debate de cuál es mejor o peor: simplemente no acepto recortar libertades por razones sanitarias. ¿No sería más fácil reemplazar a políticos por personal sanitario? Hace años Bill Gates advirtió que si tuviéramos ejércitos sanitarios, así como ejércitos militares preparados para la guerra, quizá las pandemias no nos impactarían tanto. Deberíamos tener el doble de médicos y hospitales. Por supuesto, bienvenidas las sugerencias y recomendaciones en momentos concretos. Pero se han hecho revoluciones por la libertad y no podemos ir contra eso.

Bombardeo

—¿Cambiará nuestro significado de la libertad?

—A título individual ahora la valoro más, pero creo que desde el poder se intentará que la gente acepte una pérdida de libertades. Me parece importante alertarlo desde la corrección y sin llamar a ningún tipo de enfrentamiento.

—Sin embargo también nos corresponde como individuos hacer un balance y un ejercicio de autocrítica, ¿no?

—El camino a la autocrítica debe estar en descubrir los procesos de manipulación. Desde los medios de comunicación hay un bombardeo transversal y constante en el sentido de que es necesario ceder libertades y además se inocula el virus del miedo de una forma exagerada. No se trata de perderle el respeto al Covid-19, pero sí de estar atento. En mi novela hablo de la lucha contra la viruela por el médico Galeno. Durante la epidemia la emperatriz Julia atendió a la autoridad sanitaria. La salud es mente sana en cuerpo sano, es decir, van juntas. ¿Merece la pena una vida sin libertades? Creo que hay que buscar un equilibrio entre la prevención sanitaria, la economía y la libertad.

—¿Cuál es la diferencia entre esta pandemia y las anteriores?

—Hay que tener cuidado porque no quiero demeritar a las víctimas. Las pandemias de viruela en el siglo II implicaban la pérdida de dos millones de personas en poblaciones de 70 millones. Hoy la proporción es menor, pero la diferencia es que ahora apreciamos más la vida humana. Eso está bien pero necesitamos reforzar los sistemas sanitarios sin detener la economía ni disminuir las libertades. Necesitamos más hospitales, médicos y equipo.

—¿Le dejó alguna lección el confinamiento?

—Me hizo reparar que la historia del hombre se compone de dos pasos hacia atrás y de uno hacia adelante. Hoy me parece que dimos un paso hacia atrás en cuanto a la libertad. Hay que persuadir a la gente de que es un bien precioso tan importante como la salud.

Perfil

Santiago Posteguillo (1967) es profesor de Lengua y Literatura en la Universidad Jaume I de Castellón. Estudió Literatura Creativa en Estados Unidos y Lingüística, análisis del discurso y traducción en Reino Unido. Entre sus libros destacan Africanus, Trilogía de Trajano, La traición de Roma y La legión perdida. Ha sido galardonado por la semana de novela histórica de Cartagena; obtuvo el Premio de las Letras de la Comunidad Valenciana en 2010 y el Premio Internacional de Novela Histórica de Barcelona en 2014. En 2015 fue proclamado escritor del año por la Generalitat Valenciana. Con su novela Yo, Julia obtuvo el Premio Planeta 2018. Es doctor por la Universidad de Valencia y ha sido profesor invitado del Sidney Sussex College de la Universidad de Cambridge. Su novela más reciente es Y Julia retó a los dioses.