“LA LIBERTAD ES EL FUNDAMENTO DE UNA SOCIEDAD ILUSTRADA”

Ángel Hernández
Columnas
Entrevista Pedro Salazar

Los mexicanos gozamos de libertades que prevalecen en las democracias constitucionales modernas, contenidas en la Constitución, afirma el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Pedro Salazar Ugarte, aunque reconoce que en la realidad no siempre ocurre así.

En situaciones de inseguridad, afirma, las libertades de los ciudadanos están expuestas a la violencia de las bandas criminales y de un posible abuso de la fuerza del Estado, por lo que “nuestra esfera de libertades se ha visto disminuida y hoy se encuentra en una situación de vulnerabilidad”.

Resalta que la libertad es la piedra de toque de la modernidad política y es condición necesaria para la vida de una sociedad en la que las personas pueden llevar a cabo una vida autónoma, en una coexistencia entre diversos.

—¿De cuánta libertad gozamos los mexicanos según lo establecido en la Carta Magna?

—En la Constitución están reconocidas todas las libertades propias de los Estados constitucionales modernos. Desde el texto constitucional de 1917, y al paso de los años, nuestra máxima ley ha contado con un catálogo amplio de libertades y de mecanismos para su protección. Si bien en lo formal nuestra Carta Magna reconoce una amplia variedad de libertades, en la realidad y en otros niveles normativos no ocurre lo mismo. En los últimos días hemos visto decretos presidenciales —y uno muy reciente respecto de la utilización de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad— que contradicen el texto constitucional, que restringen y limitan nuestras libertades.

—¿Cómo enfrentar la inseguridad y la violencia sin afectar las libertades?

—Se han seguido estrategias equivocadas desde hace varios años en materia de seguridad pública y se siguen ejecutando todavía. Se requiere de políticas públicas más amplias que las estrictamente policiales, como fiscalías profesionales fuertes y modernas, con policías capacitadas. Lo que hemos hecho es apostar por una estrategia de control represivo de los actos violentos, con una opción cada vez más marcada del uso de las fuerzas militares. Eso solamente no soluciona el problema de la inseguridad y de la delincuencia, ya que estas se han incrementado, sino que además vulnera directamente nuestras libertades.

Salazar afirma que los ciudadanos de a pie son potencialmente víctimas, tanto de los excesos de violencia de las bandas criminales como del abuso de la fuerza por parte del Estado, por lo que “nuestra esfera de libertades se ha visto disminuida y hoy se encuentran en una situación de vulnerabilidad”.

Reitera que libertades básicas como el libre tránsito, la salvaguarda de nuestra privacidad y la no inspección de nuestras propiedades sin una orden judicial son vulneradas todos los días, tanto por la delincuencia como por las fuerzas del Estado.

—¿Cuánto afecta nuestro desarrollo como sociedad el carecer de un auténtico Estado de Derecho?

—Mucho. El Estado de Derecho es un instrumento que garantiza los derechos y la seguridad de las personas, permite el crecimiento económico y la distribución de los recursos, y permite a las personas tener una vida digna, productiva y autónoma. La falta de un Estado de Derecho es una carencia no solo de nosotros, pero en México la vivimos de manera muy sentida: adolecemos de una verdadera vigencia de la ley que se traduce en inseguridad, falta de crecimiento, problemas económicos e incertidumbre para la inversión.

Compromisos

—¿Qué necesitamos para que en nuestro país prevalezcan la ley y la legalidad?

—En este momento requerimos de un gran pacto nacional de compromiso con una legalidad, conforme a un Estado democrático y constitucional, donde todos los actores se comprometan a llevar a cabo los ajustes institucionales, constitucionales y legales que hagan falta. Además de eso que todas esas instituciones estén en sintonía con el gobierno democrático constitucional, lo que supone que sean instituciones civiles y no militares las responsables de la seguridad pública, así como tener jueces que garanticen las garantías individuales.

Destaca que las comisiones de derechos humanos deben jugar un papel que no están jugando, como el caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la cual en los últimos tiempos se ha desdibujado.

—¿Cómo contribuye en materia de libertades el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, a 80 años de su creación?

—Es una institución que a lo largo de los años ha demostrado ser capaz de realizar investigación muy sólida, políticamente imparcial, socialmente útil. Y realiza contribuciones muy importantes por medio de las propuestas de distintos arreglos institucionales, de reformas y de creación de instituciones, como la CNDH. Ha sido un instituto de investigación académica vinculado y comprometido activamente con la transformación del marco jurídico y constitucional de nuestro país, además de ser actor protagonista en la transición mexicana hacia la democracia.

—¿Por qué es importante preservar la libertad de los ciudadanos?

—La libertad es el punto de partida del ejercicio de un principio fundamental en la vida de cualquier persona, que es su autonomía. La libertad es la condición necesaria para que las personas puedan llevar a cabo el plan de vida que se han propuesto. Es el vehículo mediante el cual se manifiesta lo mejor de nuestra condición humana en el ámbito del pensamiento, el arte, la cultura, la creación científica. La libertad es condición necesaria para la vida de una sociedad en la que las personas pueden llevar a cabo una vida autónoma en una coexistencia entre diversos. La libertad es lo que permite la diversidad y que las personas puedan llevar a cabo un plan de vida propio, que puede ser distinto y al mismo tiempo convivir con el plan de vida de las demás personas. En este sentido es la piedra de toque de la modernidad política”.

—¿Para usted qué es la libertad?

—El vehículo mediante el cual puedo expresar quién soy y puedo compartir con los demás la manera en que quiero vivir la vida; y al mismo tiempo es la condición que me impone para poder ejercer mi libertad: el reconocimiento de la libertad de los otros. Es el fundamento de una sociedad moderna, de una sociedad ilustrada, democrática, en la que personas ejercen en igualdad de condiciones su legítimo derecho a ser distintas.

Perfil

Pedro Salazar Ugarte es director del IIJ de la UNAM. Es licenciado en Derecho y doctor en Filosofía Política. Miembro de honor del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados. Profesor de Teoría de la Constitución, Teoría Política y Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la UNAM. Licenciado en Derecho por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Es autor y coautor de diversos libros, entre los que se encuentran Derechos humanos y restricciones: los dilemas de la justicia; Derecho y poder. Derechos y garantías; Crítica de la mano dura: cómo enfrentar la violencia y preservar nuestras libertades.