“LA NATURALEZA DEL SER HUMANO ES SER LIBRE”

Ricardo Pérez Valencia
Columnas
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“La cooperación permite a las personas lograr más que cuando actúan en separado”, es una de las premisas del análisis Libertad para comerciar es libertad para cooperar que publicó la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad y elaboraron Manuel J. Molano y Luis Sánchez Mier.

En el documento se defiende la importancia de la cooperación entre las personas como una forma de promover la prosperidad y la libertad.

Al maestro Manuel J. Molano le interesan temas relevantes para el desarrollo del país: mercado laboral, agricultura, manufactura, comercio, energía y sector financiero, entre otros.

“Una nueva normalidad implica que elevemos nuestra productividad y defendamos nuestras libertades de todo tipo”, señaló recientemente ante senadores de la República.

“La verdad es que nos han vendido el cuento de que el mundo está empobrecido, cuando en realidad tenemos un mundo mucho más próspero del que vivieron nuestros padres, nuestros abuelos o nuestros bisabuelos. Y eso es gracias a las libertades económicas, gracias a las libertades individuales, a que el individuo pueda tomar control de su propia vida. Se vale ser solidario con otros y puedes cuidar de ti mismo y cuidar de alguien más. Siempre debes hacerlo pero no tendría que ser un mandato donde el Estado le esté quitando a unos para darles a otros, porque se presta a todo tipo de confusiones e injusticias”, indica Molano en entrevista con Vértigo.

—¿En qué situación nos encontramos en México hablando de libertad económica?

—Creo que la libertad económica en México está amenazada, porque tenemos un Estado que quiere llenar el lugar que llenan los particulares y porque tenemos un ánimo regulatorio que ve a la actividad empresarial como algo malo, cuando en realidad es algo bueno.

—Hay quienes afirman que con el libre comercio las libertades se coartan porque se cae en las preferencias o el estilo de otros gobiernos. ¿Qué opina al respecto?

—Creo que si adoptas el marco jurídico de un país con mayores libertades que el tuyo el pacto fue en ganancia de las personas del país menos libre. No hay que ser un genio para darnos cuenta de que los países más libres son países más prósperos, por lo general.

—¿Qué tanto influye la libertad económica en otras libertades?

—La verdad es que los grupos sociales, las instituciones, las empresas, los gobiernos, todos esos sectores los formamos individuos. Y creo que en México el espíritu colectivista se ha llevado a un extremo en el cual anula al individuo y de esa forma también se anula al colectivo. Cuando fundamos un sindicato lo que estamos haciendo es quitarle oportunidades de empleo a alguien; cuando fundamos un monopolio lo que estamos haciendo es privar de libertades empresariales a alguien; cuando hacemos un club exclusivo, ya sea un grupo de conversación o un partido político, también estamos excluyendo a alguien.

Crímenes depredatorios

—¿Para usted qué es la libertad?

—Mi idea sobre la libertad es muy simple: la libertad para mí es el predominio de la voluntad individual sin afectar la voluntad de otros.

—¿En los últimos tiempos hemos avanzado, hemos retrocedido o estamos estancados en cuanto a libertades?

—De hecho la libertad en general en México está amenazada desde que el ejercer, por ejemplo, tu profesión o la mía, como el periodismo, es difícil: la vida se pone en riesgo. En México la libertad económica está coartada porque hay actividades económicas —las que desarrolla la mayor parte de la población— que no pueden pagar la carga regulatoria del Estado; no pueden pagar la seguridad social; y un puesto de elotes o un puesto de artesanías no aguantan el costo de la regulación.

—Usted también participa en la asociación México Unido Contra la Delincuencia. ¿La difícil situación que vivimos en México en cuanto a seguridad se refiere de alguna manera también limita las libertades?

—Los crímenes depredatorios son los más lesivos y son los que afectan a los más pobres. Mientras más pobre eres más expuesto estás. Y es otra vez contradecir este principio básico de libertad, que es el predominio de la voluntad sin afectar la voluntad del otro.

—¿Qué deberíamos hacer para que los mexicanos avancemos en cuanto a nuestras libertades?, ¿cuál es el camino a seguir?

—Debemos estar convencidos de que la naturaleza del ser humano es libre. El ser humano en su estado óptimo, en su estado ideal, en su estado de máxima evolución, es un ser libre. No es un ser dominado por otros; no es un ser obligado por un Estado opresivo. Creo que la imaginación es el único límite de todo lo que podemos hacer con nuestras libertades. Y no solo tenemos que ejercer la nuestra sino empoderar la de otros, empoderar la de nuestros hijos, la de nuestros alumnos, la de nuestros colaboradores, la de nuestros colegas para de esa manera lograr que todos lleguemos a nuestra máxima felicidad y nuestro máximo bienestar.

Y añade Molano: “Hasta un imperio muy opresivo y muy totalitario como el del México central del siglo XVI, antes de que llegaran los españoles, entendía que las relaciones económicas libres entre gente que consiente en contratos de mutuo beneficio es clave para el desarrollo. Por eso la clase comerciante en la Gran Tenochtitlán era una clase privilegiada. Y lo que nos dan la democracia y las sociedades de libertad recientes es que cualquiera de nosotros puede convertirse en pochteca”.

Cualquiera de nosotros, puntualiza, “puede convertirse en un emperador de prosperidad; entonces no nos dejemos limitar por nadie que nos diga que tenemos que estar sometidos a la voluntad de otros”.

Perfil

Manuel J. Molano es un economista colombiano-mexicano por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y maestro por el Imperial College of London. Actualmente es economista en jefe del Instituto Mexicano para la Competitividad, donde ha ocupado distintos cargos desde 2006. Se ha desempeñado en el gobierno federal, en organizaciones de la sociedad civil, en la iniciativa privada y la docencia. Es columnista y consejero en Laureate International Universities, México Unido Contra la Delincuencia y la Sección Latinoamericana del COMCE. Además es asesor de HR Ratings, agencia de calificación de riesgo. Ha colaborado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial. En el sector público entre 2001 y 2004 fue director de análisis económico en Sagarpa. En 1998 obtuvo el prestigioso Premio Banamex de Economía.