Margarita Guillé, feminista, experta en derechos de la mujer, fundadora y coordinadora de la Red Interamericana de Refugios, Albergues y Centros para Mujeres (Rire), platica en entrevista sobre la importancia que tienen estos sitios de apoyo como herramientas para salir de condiciones que van desde una situación de violencia de género hasta librarse de ser víctima de feminicidio.
—¿Cuál es el panorama de nuestro país en cuanto a violencia de género?
—Muy similar a la del resto de América Latina: México es de los países con mayor alto riesgo para mujeres y niñas; tiene un alto índice de impunidad; no tiene servicios consistentes, accesibles para las mujeres; y ahora el tema del confinamiento implica un gran desafío poder acceder a los servicios que se requieren para atender la violencia, sobre todo familiar.
—¿Qué considera lo más urgente que el Estado debe atender en este tema?
—Lo más urgente es generar servicios especializados 24x7 en las principales ciudades y municipios del país. México tiene dos mil 500 municipios y todos deben tener una estrategia de intervención en casos de violencia contra las mujeres. Sobre todo por los altos índices de riesgo, los niveles de feminicidios. Es decir, de asesinatos de mujeres solamente por ser mujeres. Con lesiones infamantes y con situaciones muy complejas que no se dan ni siquiera en países que están en guerra. Consideramos que se necesita un trabajo especializado de fondo, generar una Secretaría de la Mujer con fuerza suficiente para actuar, además de fiscalías especializadas en el tema de investigación y prevención del feminicidio.
—¿Cuál es la recomendación que la Rire le haría al Estado en el tema de feminicidios?
—Se necesita romper hilos de impunidad, se trata de lograr cero impunidad. También hacer visibles las sentencias y sanciones, además de una campaña de no tolerancia a los asesinatos contra mujeres. Creo que ese es el estándar de preocupación y de política pública que debería seguirse.
Eslabón
—¿Qué papel juegan los refugios en el tema de violencia de género?
—Son un eslabón muy importante en atención a situaciones de violencias extremas, es decir, cuando las mujeres reciben amenazas de muerte o están a punto de perder la vida por la violencia que viven. Estos centros brindan atención interdisciplinaria; se hacen intervenciones a nivel sicológico, emocional, de salud física. Por ejemplo, se atienden secuelas a la salud y al mismo tiempo vemos la parte emocional, el tema de empoderamiento, esto para poder dejar atrás la violencia. Además de toda la parte jurídica, los litigios, la asesoría y acompañamiento legal…
—¿Cómo surgió la Red Interamericana de Refugios?
— En aquella época, en 2006, no había modelos específicos de atención para refugios. Nació con la idea de hacer intercambios de experiencias, optimizar manuales de atención y brindar especialización al personal; generamos estrategias de colaboración con financiadoras o con el propio gobierno en cada uno de los países, estados o ciudades para colaborar de manera conjunta en el compromiso que ellos tienen de erradicar la violencia contra las mujeres, pero sobre todo de garantizar el acceso a una vida libre de ella.
—¿Cuál es la situación de los albergues durante el confinamiento?
—Diversos albergues del país y de América Latina no han reportado incrementos en solicitudes. Lo que sí han reportado es que las mujeres se están conteniendo mientras pasa la pandemia y las medidas de confinamiento para después poder pedir ayuda. Se prevé que cuando termine la pandemia habrá un incremento de situaciones como denuncias, divorcios, embarazos no deseados y ese tipo de incidentes, una vez que se pueda salir.