“EL MACHISMO ESTÁ SUMAMENTE ARRAIGADO”

Martha Mejía
Columnas
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Julieta Mejía Ibáñez, diputada local por el estado de Nayarit y quien ha lanzado diversas iniciativas en torno de la violencia digital contra las mujeres y a favor de la equidad de género, platica en entrevista sobre los retos que enfrenta la entidad en este tema.

—¿Cuál es la situación en Nayarit con respecto de la violencia de género?

—Hemos visto un aumento en las llamadas al 911, así como en las cifras de violencia contra las mujeres, esto relacionado con el confinamiento por Covid-19. Nayarit tiene registro de 13 feminicidios. Ocupa más o menos el cuarto lugar a nivel nacional por ese delito. Uno de los municipios con mayor número de feminicidios es Bahía de Banderas. También tenemos alerta de género en siete municipios del estado. Aún hay muchas áreas de oportunidad para poder activar adecuadamente los protocolos, pero sobre todo se necesitan más recursos que se destinen para este fin. Hemos visto que ha habido algunos esfuerzos; sin embargo, no consideramos que sean totalmente suficientes para estos rubros.

Por ejemplo, ilustra, “está la disminución del presupuesto federal por más de dos mil 600 millones de pesos en los programas dedicados a combatir y eliminar la violencia de género”.

—¿Cuál es la mayor problemática a la que se enfrentan las mujeres en Nayarit?

—Como en todo el país, el machismo está sumamente arraigado. En Nayarit tenemos zonas predominantemente indígenas donde no solamente las mujeres sufren más violaciones a sus derechos por esta doble condición, sino que hay muchos otros rubros en los que podemos decir que las mujeres se ven vulneradas. Algunas de ellas ganan hasta 30% menos que los hombres, por cuestión de género, pero tienen las mismas responsabilidades, carga de trabajo y capacidad. Esa es una constante que vivimos. Otra es el tema de la educación. Pero también se ve en las calles este aumento de la violencia que va escalando hasta llegar al feminicidio.

Educación

—¿Qué se requiere para afrontar esta violencia?

—Tener refugios activos para poder sacar a las mujeres cuando enfrenten algún tipo de violencia, poderlas llevar ahí y atenderlas sicológicamente. También darles un apoyo económico para poder sacarlas de esa esfera de violencia. Aquí se ha implementado el tema de patrullas específicas para este tipo de violencia, pero vemos que a pesar de ello los índices aumentan. Por eso necesitamos atacar desde la educación y desde la prevención.

No obstante, puntualiza Mejía, “cuando la violencia ya está encima es necesario que los ministerios públicos mantengan los protocolos adecuados, que traten de una manera especial estos casos, ya que muchas veces ahí las mujeres se topan con ciertas limitantes, para poder continuar con sus denuncias, por ejemplo”.

—¿Cómo trabaja el Poder Legislativo para erradicar esta violencia de género?

—El tema de género es una de mis principales causas dentro del Congreso del estado. Hemos alzado la voz para lograr que se tipifique la violencia digital. Somos uno de los estados pioneros que aprobó el delito contra la intimidad personal que ahora se conoce como la Ley Olimpia, que impulsa y genera Olimpia Coral, con quien hemos trabajado este tema. Hemos incorporado temas muy particulares a la legislación local, como es el agravar cuando se usen imágenes con fines lucrativos, como la pornografía infantil; establecimos que se hagan protocolos en todas las dependencias de gobierno para erradicar la violencia de género; alzamos la voz para que haya más recursos en los refugios; propusimos que se tipifique cuando a una persona le arrojan ácidos corrosivos, que la pena sea considerada de una manera especial.

También, dice, “hemos hecho énfasis en el tema de estancias infantiles, puesto que como sabemos el gobierno federal cambió las reglas y eliminó el subsidio que se tenía para estas. Por ello promovimos un amparo para más de 180 estancias infantiles en todo el estado y así protegimos a más de ocho mil niñas y niños. Y sobre todo a las madres trabajadoras, a los padres solos. Sabemos que solamente este hecho vulnera doce derechos humanos sustanciales. Es decir, faltan muchas cosas por hacer, pero seguimos trabajando”.