Académica y fundadora del Programa Institucional de Estudios de Género (PIEG) de la FES Iztacala, doctora en Ciencias Penales y Política Criminal por el INACIPE, Alba Luz Robles Mendoza explica qué es la violencia de género y por qué es importante reconocerla.
— ¿En qué consiste este problema?
—La violencia de género es una manifestación de la violencia social que involucra sistemas de dominación. La más representativa es el sistema sociocultural patriarcal, en el cual existen actos de dominación mediatizados por la desigualdad de poder. Estamos hablando de que hay personas que agreden y violentan a otras a causa de la relación de desequilibrio de poder. La violencia hacia las mujeres es parte de esta dominación, justificada por este sistema hegemónico patriarcal.
— ¿Cuáles son las expresiones de la violencia de género?
—Son las formas con las que se puede dominar a las mujeres. Pueden ser física, psicológica, sexual, patrimonial, económica y actualmente también hablamos de la violencia digital.
— ¿Cómo visibilizar a la violencia de género en todas sus expresiones?
—Una de las características principales de la violencia de género es que se da en espacios definidos como privados, como pueden ser la familia o pareja, donde el secreto, la amenaza o intimidación hace que no se pueda hablar de ella. A partir de las nuevas condiciones legislativas que hoy tenemos, gracias a la lucha de muchas otras mujeres que estuvieron antes que nosotras, cuando se firman los tratados y convenciones internacionales para que esta violencia se acabe y atienda por los Estados, deja de tener una condición privada y se visibiliza para ser un problema de todos y todas. Lo personal es político. Es decir, las redes públicas de apoyo contra la violencia de género te permiten sentir que puedes hablar de ello y reconocer que existe.
Oportunidad
La doctora Robles añade que, aunque “difícilmente podemos reconocer a la violencia de género cuando no es expresada como un maltrato físico o sexual, ya que es una violencia estructural, permeada por las costumbres, la cultura y los roles sexuales; se requiere analizar todas aquellas violencias que no son visibles; tal y como se expresa en la teoría del iceberg de Hemingway o teoría de la omisión, donde las violencias no visibles se sostienen por los micromachismos”.
— ¿Qué son los micromachismos?
—Se refieren a las actitudes y comportamientos que podemos ver en hombres o mujeres donde se reafirma la supremacía hegemónica del poder masculino. Por ejemplo, esta decisión que tienen las mujeres para no querer embarazarse o criar hijos o hijas como una elección propia, aun sabiendo que cuando eres niña, tus primeros juegos se relacionan con cuidar a una muñeca. Con estas conductas ya estás enseñando micromachismos. Se refieren a las creencias, comportamientos y/o actitudes hacia el establecimiento de la dominancia masculina que implica la subordinación femenina. Los micromachismos permiten que se repitan los patrones y estereotipos sexuales que estructuran las relaciones de poder desigual; lo que permite que exista la violencia de género y su permanencia en las prácticas sociales.
— ¿Cuál es la recomendación?
—Primeramente, el reconocimiento de la labor de los movimientos feministas. Nos guste o no, gracias a los diversos tipos de feminismos que existen tenemos mayores derechos. Aunque muchas mujeres aún no lo reconozcan, estos movimientos han logrado grandes cambios para que todas disfrutemos de nuevas oportunidades. Por ejemplo, antes no había dónde denunciar la violencia de género y no se hablaba de ella, aunque existiera; ahora, tenemos delitos de género, se logró visibilizar como un problema público y tipificar legalmente. Es verdad que algunas mujeres no quieren hablar sobre la violencia de género ya que no es nada agradable, pero sí, es totalmente necesario.