“LA VIOLENCIA FÍSICA CONTRA LAS MUJERES SIEMPRE IRÁ EN AUMENTO”

Hasta que la dignidad se nos haga costumbre

Martha Mejía
Columnas
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Tania Robledo Banda, feminista, escritora, abogada y directora de APIS Fundación para la Equidad Ciudad de México, platica en entrevista sobre los retos que el Estado encara frente al avance de las políticas públicas con perspectiva de género.

—¿Para usted que es el feminismo?

—Es el acuerpamiento, es decir, acompañar a otras mujeres que viven situaciones de violencia. El feminismo para mí tiene toda una teoría que viene de finales de los ochenta, sobre todo en México, luego de arraigarse mucho más en los setenta, impulsando procesos políticos, sociales y de atención a mujeres con base en sus derechos humanos.

—¿Qué es lo más urgente que atender dentro de este tema?

—La violencia que pone en peligro la vida de las mujeres, es decir, la violencia física, la letal. Esta siempre irá en aumento. Por ejemplo, si hoy te empujé, mañana te empujo y te insulto; si hoy te empujé y te insulté, mañana te empujo, te insulto, te pego y saco tus cosas de la casa: siempre va en escalada.

—¿Cuál es la situación que ustedes reportan por el Covid-19?

—Durante esta pandemia ha habido un aumento acelerado de las situaciones de violencia. APIS no tiene una línea de emergencia: tenemos un teléfono para que la gente haga citas y hemos tenido una demanda excesiva a comparación de otros años. Tenemos 39 años de vida como Asociación, donde por ejemplo no habíamos tenido llamadas de madrugada o de noche. Mujeres han pedido resguardarse, acompañarlas, salir del domicilio conyugal, con sus hijos e hijas, donde su vida corre peligro, donde sus hijas e hijos viven situaciones de violencia sexual por parte de su familia.

Tan solo por citar un ejemplo, dice, “del 11 de marzo al 11 de mayo atendimos a mil 302 mujeres y dimos 600 despensas, esto sin ningún apoyo gubernamental. No tenemos dinero en las cuentas: han sido atenciones solidarias. Mi equipo de trabajo no ha parado de atender. Esta cifra es muy importante considerando que APIS Ciudad de México atiende a esa población de manera presencial en todo un año. Entonces este fenómeno definitivamente se volcó de tal manera porque el gobierno no tiene los instrumentos necesarios para la atención y contención de esta problemática.

Retroceso

—¿Qué recomendación le da a las mujeres que viven violencia de género?

—Hay una frase de una mujer indígena de Guerrero que dice: “Hasta que la dignidad se nos haga costumbre”. Y es que cuando alguien nos hace sentir que no somos dignas de nosotras mismas, del espacio que habito, de lo que estoy diciendo, de mi relación, del trato, es el momento donde yo tengo que resignificarme; segunda, para hacer ese proceso no están solas: habemos muchos especialistas que vamos a estar ahí para acompañar su decisión a una vida libre de violencia.

—¿Qué tendría que plantear una buena política pública para contener esta situación?

—Primero tendría que ser un gobierno que permitiera el trabajo de las mujeres especialistas, porque bloquean nuestra labor; segundo, tendría que ser un gobierno que escuchara a las mujeres especializadas, que por supuesto sí hay; que respetara los avances que ya se tienen de política pública con perspectiva de género y apegada a los derechos humanos; es decir, que no fuéramos un pegote de los derechos humanos. Ni siquiera es un tema de avance: es de respeto a lo que ya se había avanzado. Porque justamente en un gobierno de izquierda las mujeres estamos teniendo un gran retroceso. Nosotras estamos muy sorprendidas, ya que pensamos que bajo el paraguas de un gobierno de izquierda íbamos a tener mucha más oportunidad de llegar a un sistema sustantivo e igualitario, y ahora lo que estamos mirando es una desaparición de la política pública en esta materia.