“LAS MUJERES DEBEMOS CAMBIAR EL DISCURSO”

Martha Mejía
Columnas
Verónica González Zavala

Verónica González Zavala, arquitecta, con un máster en el Illinois Institute of Technology de Chicago, donde ganó el Henry Adams Award, actualmente directora y fundadora de VGZ, un despacho especializado en diseño desde donde impulsa a jóvenes arquitectas, platica sobre cómo enfrentar roles y estereotipos dentro de una labor tradicionalmente considerada como masculina.

—¿Ha sido complejo romper el estereotipo de que la construcción es un rubro tradicionalmente para hombres?

—Creo que la Arquitectura es una carrera que históricamente ha sido más representada por hombres y que la mujer ha sido un poco invisibilizada. Pero ahora en las escuelas de Arquitectura la mitad de los alumnos son mujeres. En mi despacho somos más mujeres. Creo que tenemos el mismo rol, el mismo papel, solo es cosa de tomar nuestro lugar.

Reconoce que “sí ha sido difícil, pero cuando envejeces llega un momento en que tu trabajo habla por ti y ya no tienes que luchar. Pasé años donde automáticamente, por ser mujer, me decían que era decoradora o interiorista. Afortunadamente las trabas cada vez son menos y hoy somos más mujeres abriendo camino”.

Añade González: “Curiosamente la gente cree que es difícil trabajar en la obra o con los proveedores, pero yo nunca he tenido una mala experiencia en ese sentido. No así con los clientes. Por ejemplo, en mis primeros años como profesionista me pasaba mucho que me llevaban a ver el terreno y cuando lo escogían contrataban al arquitecto y me decían: ‘Te llamo para ver lo de los interiores’. Obviamente eso me ponía furiosa. Pero creo que las primeras que debemos cambiar el discurso somos nosotras. Decir ‘esto es lo que yo hago’ y presentar tu proyecto con la frente en alto e ignorar lo que diga la gente”.

Oportunidades

—¿A qué se debe que su equipo lo integren mayormente mujeres?

—Tiene que ver con que soy mujer y cuando busco gente me llegan más chicas. Sí, tenemos hombres, casi siempre hay uno o dos; pero es verdad que me encanta trabajar con mujeres, ya que son gente muy comprometida y muy luchona. Me identifico con ellas. Además, creo que hay que generar oportunidades para nosotras, y si yo tengo la oportunidad de hacerlo, lo haré. Quiero decirles a las chavas, a las estudiantes, que se animen, es una carrera padrísima. A veces me preguntan cómo hago con mi familia y les respondo que sí se puede todo; aunque no todo al mismo tiempo: hay que saber hacerlo pasito a pasito.

—¿En su opinión hacia dónde va la arquitectura?

—Me encantaría que fuera hacia estos nuevos materiales que son más responsables con el medio ambiente; es decir, cómo los podemos integrar más, cómo dejamos de entendernos como el centro del Universo y nos empezamos a entender como parte de un ecosistema. Quiero creer, y veo en muchos colegas que así es, que hacia allá vamos y paradójicamente la pandemia y el confinamiento nos ayudó mucho para llevar a la práctica esta idea.

—En este sentido, ¿cómo hacer una ciudad más sustentable?

—Con todo lo que se pueda y con todo lo que sabemos. Como ciudad tenemos temas que resolver de movilidad, de contaminación, escasez de agua, de energía, de expansión… En este sentido, hay este concepto de “ciudades de los 15 minutos”, donde todo está a minutos caminando. Y la verdad es que hacia allá debemos ir, pero estamos dando pasos muy chiquitos, aunque ahí vamos. La Ciudad de México, por ejemplo, estos últimos años ha creado humedales para tratar agua, unos sobre basureros; y es impresionante cómo quedaron. Creo que habemos gente que estamos interesados en estos temas y tenemos la capacidad de poderlos sacar adelante. Entre más lo hablemos y más lo mostremos, más va a suceder.