SE REQUIEREN ESPACIOS PARA NIÑOS Y MADRES EN CENTROS PENITENCIARIOS

“Recursos que no se encuentran al interior de las prisiones”.

Martha Mejía
Columnas
Copia de COLUMNAS (1920 × 1080 px)-3.png

Saskia Niño de Rivera, activista y cofundadora de la organización Reinserta, platica con Vértigo sobre la importancia de la reintegración social efectiva de las mujeres privadas de su libertad, en específico del proyecto bebeteca, un espacio lúdico, libre de violencia dentro del Centro Penitenciario de Ecatepec, que beneficiará a 110 menores que viven ahí o visitan a sus madres.

—¿Qué es una bebeteca?

—Dentro de su programa Niñez y prisión, Reinserta inició la adecuación de espacios físicos llamados bebetecas, que son un espacio libre de violencia. Luego de nueve años de llevar a cabo diferentes talleres nos dimos cuenta de que en los penales no hay espacios para los niños. Esta bebeteca que se inauguró recientemente en Chiconautla, en Ecatepec, es la quinta: tenemos tres en el Estado de México, una en la Ciudad de México y otra más en el penal de Escobedo, en Nuevo León. También trabajamos en un proyecto que involucra una bebeteca dentro de un reclusorio varonil.

En estos espacios, agrega, “brindamos además talleres en los que se promueve la estimulación temprana; la libertad de movimiento; se fortalece el vínculo materno-infantil; la sicomotricidad; el lenguaje y la creatividad. Todo ello dentro de una realidad penitenciaria que permite a madres e hijos acceder a otro tipo de herramientas y recursos que no se encuentran al interior de las prisiones”.

Un taller muy específico, por ejemplo, es el de “separación, que consiste en preparar a los niños para cuando llegue el momento en que tengan que dejar a sus madres porque les toca salir de prisión”.

Realidad

—¿Qué necesidades identifican ustedes?

—Son niños que carecen de estímulos. Por ejemplo, de algunos colores. En los centros penitenciarios por su naturaleza solo se permiten algunos tonos. Entonces, hay colores que ni siquiera conocen. Por lo regular están todo el día acostados en la celda o sentados en alguna sillita. No pueden realizar mucho movimiento, porque casi 60% de las mujeres en México están en penales mixtos, lo cual quiere decir que las segregan en espacios muy reducidos, lo que genera un problema para los menores y mucho estrés para las madres. En este contexto las bebetecas son un espacio para el desarrollo óptimo de niños cuya única realidad ahora es la cárcel.

—¿Cuál es el impacto de una bebeteca en los niños?

—Impactan sobre todo en su desarrollo. En estos espacios las mamás ven a sus hijos en facetas distintas que tienen que ver con el juego, el esparcimiento, con la felicidad en sí, con la paz de estar en un lugar donde no se perciben estrés ni angustia. Por otra parte, hemos trabajado muy de la mano con el gobierno del Estado de México y es la entidad donde hay más bebetecas. Ellos nos dan los accesos a la cárcel y también los permisos para que podamos montar estos espacios y ofrecer diferentes talleres. Para las autoridades también implica que haya más espacios dedicados a la guardia y la custodia dentro de los centros penitenciarios.