“URGEN POLÍTICAS INTEGRALES QUE REVIERTAN ESTEREOTIPOS DE GÉNERO”

Lo Que Yo Quiero con Patricia Piñones Vázquez

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Martha Mejía
Columnas
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Patricia Piñones Vázquez, feminista, académica e investigadora en el Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, platica en entrevista sobre la desigualdad que sufren las mujeres con respecto de las labores de cuidado y el trabajo en casa ya que 75% lo realizan las mujeres.

—¿Qué es el feminismo?

—Es un movimiento transformador que persigue un cambio en la forma de entender las relaciones sociales, políticas y económicas. Se enmarca dentro de los derechos humanos. El feminismo no solo cuestiona estructuras sociales vigentes sino que también pone en entredicho los valores y las prácticas del sistema patriarcal. Sin duda es un esfuerzo, una lucha de muchos años de las mujeres para recuperar nuestras experiencias y de verdad replantearnos un mundo mejor, donde además estemos presentes y seamos visibles.

—¿Qué opina de la megamarcha feminista del 8 de marzo y del paro del 9?

—Esa fiesta multicolor de voces permitió mostrar cómo deshacer, cuestionar y derribar un modelo político, económico y social que a pesar de que parecía tan sólido, tan estable, tan incuestionable durante muchas décadas, resulta que sí se pone en cuestión para que atienda las consecuencias que trae consigo como modelo económico, político, social y cultural.

No obstante, agrega, “el paro, que fue igual de importante que la marcha, dejó muy claro que quienes pudimos parar somos las mujeres que tenemos privilegios. Las imágenes fueron muy elocuentes en mostrar que quienes estaban fuera el día del paro y que hubieran querido haber participado no lo pudieron hacer porque si no salían a trabajar les descontaban o, peor, las corrían”.

Violencia

—¿Qué situación destapa la pandemia?

—Al igual que en el paro del 9 de marzo refleja la condición de quienes no tienen de otra más que salir a trabajar para poder llevar el sustento a casa. Devela la pobreza y también la cantidad de tiempo que invertimos las mujeres en las tareas del hogar y del cuidado, tres veces más de tiempo que los hombres. También devela que muchas de las políticas públicas que en el Estado se proponen no toman en cuenta condiciones específicas de las mujeres o de las personas en condición de precariedad.

Por ejemplo, puntualiza, “75% de los trabajos de cuidado los realizamos las mujeres, de todas las edades. Invertimos 29 horas de la semana en trabajo doméstico y cuidado versus las doce horas a la semana que invierten los hombres. Ojo: no por malos, no por falta de ganas, sino por la sociedad que hemos construido bajo los mandatos que permiten que esto ocurra. Estamos hablando de que el trabajo doméstico y de cuidado equivale a 21% de PIB. No es poca cosa. Y sin embargo pasa que existe el trabajo doméstico no remunerado y la carencia de políticas públicas que nos ponen a las mujeres en este lugar. En este sentido el Estado es responsable de proveer servicios que permitan a las mujeres contar con guarderías, con casas de adultos mayores, con espacios para personas con discapacidad. No hay de otra más que generar políticas integrales que reviertan todos los estereotipos de género que se nos recargan de responsabilidad y además cuando no lo hacemos nos sentimos culpables”.

—En su opinión ¿qué es lo más urgente por atender?

—Son varios tópicos, pero el más urgente son las violencias dirigidas a las mujeres: 76.7% reporta haber sufrido algún tipo de violencia con base en género a lo largo de la vida. Aquí lo más visible es el feminicidio, pero existen formas más sutiles como los micromachismos, la publicidad machista y sexista, el lenguaje y humor sexista… Tenemos que hacer un abordaje no solo desde lo personal sino también desde lo colectivo, pero también en lo local, estatal. Y en todo esto el Estado tiene responsabilidades en materia de violencia de género y de los ejercicios que se tengan que hacer para combatirla”.