Los testimonios que se aportan en el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública en México, Genaro García Luna, no cuadran, por no decir que resultan inverosímiles.
Según lo que declara Sergio Villarreal, alias El Grande, García Luna recibía millonarias cantidades de dinero para golpear a cárteles rivales de los Beltrán Leyva desde 2001.
En algún punto García Luna los habría traicionado y por ello tuvieron que secuestrarlo cuando ya despachaba como titular de Seguridad Pública.
Sin embargo, en el mismo testimonio El Grande asegura que pese a las traiciones y aun después del secuestro continuaron pagándole los sobornos. ¿Qué clase de cártel hace algo así? ¿De verdad a nadie en esa organización criminal se le ocurrió tomar una foto del secuestro al jefe de la policía en México?
Este tipo de “revelaciones” son las que estamos viendo en el multicitado juicio, lo cual me lleva a pensar que, si así serán el resto de los testimonios contra el exfuncionario mexicano, no parece que haya mucha tela de dónde cortar para condenarlo, por lo que hasta que no se le demuestre nada contundente García Luna sigue siendo inocente.
Lo interesante será ver si en esta pasarela de acusaciones se exhiben las corruptelas del lado mexicano, pero también de las corporaciones de justicia de nuestro vecino del norte. Es decir, quién habría permitido que este señor llegara a hacer lo que hizo, en caso de que se le demuestren todas las acusaciones en su contra. Al tiempo.
Simulación y feminismo
Donde también hay acusaciones de malos manejos es en el Fondo para el Desarrollo Social (Fondeso) de la Ciudad de México.
Lo que debía ser un programa de apoyo a mujeres víctimas de violencia, mediante créditos para poner o ampliar un negocio, ha quedado en el limbo, puesto que al menos en la alcaldía Álvaro Obregón se crearon hasta 100 grupos para acceder a estos financiamientos de 50 mil pesos cada uno, pero solo ocho han recibido los recursos.
Los testimonios anónimos de quienes me dieron esta información aseguran que el principal responsable es el jefe de la unidad departamental en Álvaro Obregón del Fondeso, Santiago Martínez.
Son claras las acusaciones, puesto que han traspapelado la documentación de las mujeres que se suponía serían las beneficiarias e incluso se filtraron datos personales de estas mismas a través de grupos de WhatsApp. Pero de la entrega de los recursos, nada.
Queda solo preguntarse dónde está el feminismo del que tanto se ufana el gobierno capitalino. ¿Será acaso que el dinero podría haberse redireccionado a las pre-pre-precampañas presidenciales que vivimos en todo el país?
Estilo mata carita
Y, para terminar, el lamentable caso de la liberación de un sujeto de nombre Juan Paulo, quien asesinó a una mujer en Michoacán, pero un juez le ha permitido que lleve su proceso en arresto domiciliario. Así la justicia en nuestro país. No queda más que exigir justicia para Frida, la víctima de este asesino.