Comenzó la campaña de vacunación pero brilla por su ausencia la estrategia y sobre todo su alcance nacional.
No hay comunicación con los gobiernos de los estados para identificar las zonas de mayor índice de contagios y sin esta coordinación no se entiende bajo qué criterios se determinó iniciar la inmunización en una determinada zona.
Se nos dijo que la campaña iniciaba con el personal médico y seguía con las personas de la tercera edad, pero no han terminado aún con los primeros y la segunda etapa ya es un total desastre que comenzó con una página de registro que el primer día de su lanzamiento se saturó y hoy ya quedó desechada porque para vacunarse basta con acudir a formarse y esperar turno, lo cual puede tardar hasta tres o cuatro horas sin la garantía de poder ser atendido.
¿Y dónde quedó el Centro Nacional de Salud? Este por ley debería ser el encargado de coordinar este asunto, por su experiencia en campañas nacionales que en épocas pasadas hicieron de México ejemplo mundial en erradicación de enfermedades como la polio.
Por si fuera poco tampoco hay garantía de que vayan a llegar las vacunas que nos han prometido que llegarán. Baste recordar que en una conferencia mañanera del presidente se anunció la llegada de un lote de 125 mil dosis de Pfizer, de las cuales solo terminaron llegando tres mil.
Los contratos de adquisición de las vacunas los reservaron por cinco años, por lo que no se sabe a ciencia cierta si en realidad está asegurado el número total de dosis que necesita el país o irán solucionando el problema sobre la marcha y extendiendo los plazos de vacunación hasta el final de este sexenio.
¿País de contrapesos?
Esto debe llevarnos a reflexionar si queremos un país en el que las decisiones las toma un solo hombre que tiene sometidos a los tres poderes del Estado mexicano o si queremos un Congreso que le pueda hacer frente para evitar los excesos que se han cometido en lo que va del actual régimen.
Debemos tomar en cuenta que de los diez partidos con registro nacional el PT y el Verde son aliados de Morena, a lo cual se suma Movimiento Ciudadano, que también es comparsa del partido oficial, junto con la nueva chiquillada (Fuerza México, PES y Redes Progresistas) que también son proAMLO.
En la otra esquina están PAN, PRD y PRI, que conforman la coalición Va por México.
No está de más dejarlo en claro a la hora de reflexionar el sentido de nuestro voto, porque en los comicios de 2021 se definirá el destino de nuestro país.
Estilo mata carita...
Para terminar quiero anunciar la presentación el próximo 23 de febrero de mi libro Bolsa Mexicana de Valores, 125 aniversario, escrito en colaboración con el doctor Jorge Portilla Gil, en el que se retoma la vida de Filomena, propietaria de la pastelería La Viuda de Genin, antecedente histórico del actual centro bursátil de nuestro país. Ella fue la primera mujer que transmitió desde el piso de remates la apertura y cierres del mercado; su papel se documenta en este libro.