Al parecer el riesgo de una conflagración militar en Ucrania comienza a distenderse con el retiro de las tropas rusas de la zona de conflicto. Guardadas todas las proporciones, este hecho no deja de recordarme la Crisis de los Misiles de 1962, que en su momento se pensó podía desatar la tercera guerra mundial.
En ese entonces Estados Unidos descubrió un plan de instalación de misiles nucleares en Cuba por parte de la Unión Soviética, lo cual activó el nivel 2 de condición de defensa (DEFCON 2) de los norteamericanos, es decir, un paso previo al nivel máximo de alerta.
Lo que vemos actualmente es un poco a la inversa, es decir, Estados Unidos con la pretensión de instalar bases militares en Ucrania, vecino de Rusia, mediante la justificación de que el primero forme parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Pero en medio de la tensión que genera el estira y afloje de las potencias mundiales por el despliegue de tropas no puedo dejar pasar desapercibido el encuentro entre el presidente ruso Vladimir Putin y el francés Emmanuel Macron, enmarcado por la kilométrica mesa valenciana a cuyos extremos se sentaron ambos mandatarios.
Antes de la reunión a Macron se le exigió realizarse una prueba PCR para poder sostener el conversatorio con Putin, pero el francés se negó alegando que él ya traía consigo su certificado de vacunación y prueba negativa de Covid-19. Los rusos no tuvieron más remedio que permitir la reunión, pero con los dos mandatarios separados por varios metros de distancia y un alud de memes que fueron lo más destacado de esa reunión.
Aunque pensándolo bien lo más destacado es que afortunadamente todo indica que no habrá invasión ni guerra, como también sucedió en la Crisis de los Misiles de 1962.
Corrupción
Pasando a truculencias más locales, les cuento sobre la investigación al ministro Luis María Aguilar, quien fue presidente de la Suprema Corte entre enero de 2015 y diciembre de 2018.
La FGR reabrió la carpeta contra el ministro Aguilar por la presunta corrupción que implicó haber adquirido productos y servicios para la SCJN que no se necesitaban y haberse encontrado 3.4 millones de pesos en el vehículo de uno de sus supuestos allegados, Francisco Javier Pérez Maqueda, a quien en 2019 se inhabilitó por 20 años acusado de una red de corrupción institucional cuando el ministro fue titular del máximo tribunal del país.
También involucraría la investigación a Bertha Fernández García, quien tuvo como único jefe al ministro Aguilar desde 1988, cuando este era solo magistrado de Distrito, hasta que ocupó la titularidad de la Suprema Corte. Se dice que ella llegó a controlar todo, al grado de que cuando estuvo laborando en la presidencia de la SCJN decidía las personas que subían de puesto y a quienes se les pedía la renuncia.
Estilo mata carita
Por último, menciono aquí la protesta de periodistas en el pleno de la Cámara de Diputados para exigir mayores condiciones de seguridad ante el asesinato de comunicadores en el país, que suman cinco en lo que va de 2022. Sirva este espacio para solidarizarnos con los compañeros caídos.