JOLGORIO E INJUSTICIA

“Los trabajadores me contactaron para contarme su calvario”.

Lourdes Mendoza
Columnas
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En pleno alineamiento con la pobreza franciscana dictada desde Palacio Nacional, se organizó tremendo cumbión por los 75 años de Banjército. El jolgorio se realizó en el Auditorio del Centro Militar de Ciencias de la Salud (Cemicsa), donde la cantante María León deleitó a gerentes y directivos del banco de todo el país con su repertorio musical.

Y fue ella misma a través de su cuenta de Twitter quien dio a conocer el evento.

Todo ello podría ser una mera anécdota, pero a los directivos del banco se les olvida que mientras se van de pachanga, a los trabajadores de Banjército les dejaron de pagar su reparto de utilidades, les quitaron el servicio médico, las horas extras que por contrato les corresponden, así como los bonos.

Los trabajadores —que me contactaron para contarme su calvario— tenían muchas esperanzas en que con el cambio de directivo mejoraría su situación, pero lamentablemente no ha sido así.

Y es que Manuel Jaime Ramírez Camacho tomó las riendas de la institución desde el pasado 1 de julio, en lugar de Ricardo Flores González, pero ni uno ni otro cambiaron la situación de los trabajadores.

Tanto el anterior director como el actual evaden la Ley Federal del Trabajo, puesto que no han pagado desde hace tres años las utilidades que por ley corresponden a los trabajadores. Al quejarse en Recursos Humanos les contestaron: “Ustedes no tienen derecho a las utilidades porque son empleados públicos”.

A ello hay que sumarle que les siguen descontando sus cuotas de Seguro Social, pero los trabajadores ya no tienen acceso a los servicios médicos del IMSS. Y a todo ello, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, presumiendo en sus redes sociales que recién acaba de cumplir sus primeras 35 primaveras. Todo color de rosa en la 4T.

Indignación

Y para no bajarle a la indignación, qué les parece que Emilio Zebadúa y sus colaboradores más cercanos, a partir de que dejaron la administración pública en 2018, casualmente y como “nado sincronizado” todos dieron de baja sus antiguos teléfonos celulares, así como sus redes sociales, para salir de la escena pública.

Entre ellos, perpetradores de la “estafa maestra” desde Sedesol, se encuentran nombres como Enrique Prado Ordóñez, exdirector general adjunto de Convenios y Contratos en Sedesol; Claudia Gabriela Morones Sánchez, experta en auditorías; Sonia Angélica Zaragoza, quien fue directora general de Recursos Humanos; y José Israel Torres Gutiérrez, exdirector general de Desarrollo Comunitario.

Estilo mata carita

Para no irme con puras malas noticias les cuento que la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, para mejorar la movilidad de su alcaldía repavimentó más de 37.5 kilómetros de vías secundarias, lo que beneficia a más de 200 mil personas en la CDMX. Menos pachanga y más trabajo es lo que le hace falta al país.