UNA LEY CHATARRA

Parece que a las autoridades no les importa el golpe a expendios y empresas.

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Lourdes Mendoza
Columnas
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Prohibir o no la comida chatarra es el tema de moda a raíz de la aprobación de restricciones en la venta a menores que aprobó el Congreso de Oaxaca, pero no es nada nuevo y se reguló a nivel federal ¡desde 2013!

El problema es que ahora, curiosamente, coincide con la agenda que impulsa el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien culpa a este tipo de productos de los más de 50 mil muertos en México por la pandemia de coronavirus.

Ya en 2013 se aprobó una regulación federal que solo nos dejó el hoy tristemente célebre Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para este tipo de comida, pero los resultados esperados no se vieron ni se han visto por ningún lado. Seguimos siendo un país de gordos.

A algunas bebidas azucaradas les pusieron el impuesto de un peso directo y en ese tiempo Xiuh Tenorio, de la Fundación Mídete, nos había dicho que el dinero que se iba a recaudar, como 15 mil millones o más, se utilizaría para que hubiera bebederos públicos y tampoco hemos visto nada en ese sentido.

Pero la pregunta de fondo es: ¿vamos a prohibir algo que ya está regulado a nivel federal? Insisto en que esto se ha hablado una y mil veces; incluso ya se le puso un impuesto de 5% que luego quisieron aumentar a 8% en 2014. Nada de eso ha impedido que el sobrepeso y la obesidad sigan siendo uno de los principales problemas de salud pública en nuestro país.

Necesitamos métricas, datos duros que fijen metas específicas y que permitan saber si una prohibición como la que ya se impuso en Oaxaca tiene en realidad los efectos deseados o es más de lo mismo que por años se ha intentado sin resultados a la vista, como ya vimos a nivel federal.

Parece ser que a las autoridades sanitarias no les importa el golpe a los expendios de estos productos y mucho menos a las empresas del sector alimenticio que generan miles de empleos en el país. La única preocupación de Gatell es: ¿dónde escondemos los muertos del Covid-19 y su estrategia fallida?

Lozoya, de fiesta

El caso Lozoya hoy tiene toda la atención mediática, pero en sus denuncias hasta ahora no hay nada nuevo. De antemano sabíamos que Lozoya y Videgaray no se caían bien, y el propio exdirector de Pemex ya había amenazado con echarlo de cabeza si lo dejaban solo. Hoy solo ha ratificado lo que había venido anunciando desde hace tiempo.

Lo que sí, es que hasta ahora la estrategia de Lozoya no le ha salido nada mal: logró evadir la cárcel y hasta dicen celebró su libertad con una fiesta a la que invitó a su círculo más cercano. Qué cosas, ¿no?

Estilo mata carita...

El senador Samuel García no da una. Otra vez dio de qué hablar, pero ahora por su machismo ya que en una videollamada le pide a su esposa no “enseñar tanta pierna” porque se casó con ella no para que ande enseñando. Lo increíble del caso es que luego de que le llovieron críticas en redes aprovechó para darle vuelta al escándalo y decir que el machismo es malo y hasta lo vimos por ahí en una imagen planchando. ¿Ustedes le creen?

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