VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO PARA MORENA

Lourdes Mendoza
Columnas
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Las elecciones de 2021 están cada vez más cerca y conforme el día cero se aproxima es más difícil responder la interrogante: ¿logrará Morena mantener su mayoría en el Congreso e imponerse en los estados?

Tres de los mejores encuestadores de este país, Jorge Buendía, Roy Campos y Alejandro Moreno, coinciden en que de 2018 a la fecha muchas cosas se han reacomodado en México y aunque las encuestas mantienen adelante al partido oficial el pronóstico es cada vez más complicado de esclarecer.

Para Roy Campos la pandemia, la crisis económica, los pleitos internos en el partido y el surgimiento de la alianza Va por México impiden apostar todo a que Morena vaya a repetir su victoria de 2018. “Todo lo anterior le pone el pie para que se lleve el carro completo, pero es peleador en los 15 estados”, asegura.

Jorge Buendía coincide con lo que aquí ya habíamos señalado: “A Morena le va mejor en la federal y en lo local no tanto, con el agravante (para ellos) de que no estará AMLO en la boleta”.

Por último, Alejandro Moreno considera que el voto a favor de Va por México es cada vez más sólido conforme se acerca la elección, mientras que las preferencias por Morena y sus aliados comienzan a mostrar grietas.

Ante este panorama en el que Va por México (PRI-PAN-PRD) se llevaría BCS, Sonora, Chihuahua, Querétaro y Sinaloa, mientras que Michoacán y San Luis Potosí están en la tablita, cabe preguntar: ¿Morena retrocede o la oposición gana terreno? O dicho de otra manera: ¿Morena mantendrá el vaso medio lleno o ya se le está vaciando?

¿Y Lozoya, apá?

Otro asunto que se perfilaba como oxígeno electoral para el actual régimen parece estar desinflándose ya que Alonso Ancira, el dueño de Altos Hornos de México que vendió a sobreprecio por más de 200 millones de dólares la planta Agronitrogenados a Pemex, logró un acuerdo para resarcir esa cantidad al gobierno federal y evitar así ser llevado a juicio por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Esto implica además que el empresario no se acogerá al criterio de oportunidad como sí lo hizo el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien mientras el caso avanza y otros tienen que devolver millonarias cantidades simplemente observa la vida pasar sin que se vea obligado a comprobar sus dichos, pero sobre todo en completa e impávida libertad.

Estilo mata carita...

Y siguiendo con la 4T, qué les parece que están acabando con lo que era la Oficina de la Presidencia, pero no por las buenas sino a la malagueña ya que al parecer Poncho Romo, extitular de esa área, les había dicho a sus excolaboradores que los iban a reasignar a otras áreas pero desde el martes 9 de febrero los citaron a todos en Constituyentes 1001 y les dijeron: “O cooperas o cuello”. O sea, o renuncian o los cesan, pero boletinados para que no puedan contratarlos en ninguna otra parte de por vida. ¿De todo esto estará al tanto la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde?