El domingo pasado por lo menos 36 millones de ciudadanos salieron a votar. Para los 18 mil 571 millones de pesos que recibieron el Instituto Nacional Electoral y los partidos, cada voto ejercido costó alrededor de 515 pesos, contra aproximadamente 418 pesos que cuesta un voto en Estados Unidos, 295 en Brasil y 31 en Chile.
Dos millones de personas acudieron a las urnas en Nuevo León. Un millón de ellas decidió cambiar la historia y darle su voto al independiente Jaime Rodríguez, El Bronco, quien sorprendió al obtener 49% de los votos para la gubernatura.
El fenómeno Bronco demostró que cuando la ciudadanía se lo propone puede lograr un cambio.
En Querétaro Pancho Domínguez, del PAN, demostró ser un buen candidato que ganó a la buena.
En Michoacán Silvano Aureoles trabajó la gubernatura y le resultó.
Claudia Pavlovich y su triunfo en Sonora solo significan una cosa: ¡felicidades a ya saben quién!
En Baja California Sur Carlos Mendoza Davis le dio carro completo al PAN.
En Guerrero Héctor Astudillo se sacó la rifa del tigre.
San Luis Potosí, muy cerrada en resultados, fue para el PRI.
Colima terminó en voto por voto. La sorpresa, gane o pierda, fue Jorge Luis Preciado.
Campeche, muy cantada y sin sobresaltos, para el priista Alejandro Moreno.
En Jalisco Enrique Alfaro no solo ganó la alcaldía de Guadalajara, sino que hizo crecer la ola naranja en esa zona metropolitana y el Congreso local. Arrasó. El efecto Alfaro llevó a Movimiento Ciudadano a crecer de 3 a 6% en la votación obtenida por ese partido a nivel nacional.
Otro partido al que le fue muy bien en su debut nacional es Morena. Le arrebató prácticamente el Distrito Federal al PRD ganando seis delegaciones, entre ellas la Cuauhtémoc, sede de los poderes, y la mayoría en la Asamblea Legislativa. AMLO tiene ya puesto el templete para 2018.
A los partidos chicos les fue muy bien. Ahora están todos ya pensando en 2018.
Contra azul, verde y Hitler
Enrique Vargas logró la proeza para el PAN. Pese a que todas las encuestas y pronósticos daban al municipio de Huixquilucan por perdido, logró arrebatarle la alcaldía al PRI.
Cabe recordar que Vargas no solo venció al PRI de Iriarte, sino al PAN de Ulises Ramírez y Óscar Sánchez, quienes quisieron bloquear sin éxito su acceso a la candidatura.
Vargas, sin caer en las mapacherías a las que Ramírez había acostumbrado al panismo del Estado de México, y sin escándalos, como el caso de Sánchez y su fascinación por Hitler, logró primero convencer mayoritariamente a la militancia; después aquel primer proceso por la candidatura a la alcaldía fue anulado debido a las trampas de la dupla Ramírez-Sánchez, pero el segundo proceso solo fue su confirmación.
Ahora, con su más reciente triunfo por la alcaldía, este azul se ha convertido en la nueva esperanza para el panismo en el Edomex.
Y como estilo mata a carita…
Enrique Alfaro no solo arrasó en Guadalajara y deslumbró al país, sino que ahora es la nueva cara de Movimiento Ciudadano y todos lo ven con el halo de que será el próximo gobernador en Jalisco…