2023, EL AÑO DESPUÉS DE TRUMP

“La batalla para preservar el orden del mundo liberal está en marcha”.

Lucy Bravo
Columnas
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Donde algunos republicanos alguna vez vieron invencibilidad ahora perciben debilidad. Y en la política, donde la mentalidad de manada reina, 2023 podría ser el año en que el Partido Republicano le dé la espalda a Donald Trump.

El anuncio de Trump de una tercera candidatura a la Casa Blanca parece haber caído en oídos sordos. Los republicanos de alto perfil que anteriormente hubieran cerrado filas en un parpadeo no solo se rehúsan a apoyarlo, sino que evitan hablar del tema públicamente. El propio Trump está enclaustrado en Mar-a-Lago sin haber realizado un solo evento público de campaña desde su anuncio. De hecho, ha sido reducido a una marca tóxica cuyos problemas legales solamente acumulan titulares.

Algo definitivamente ha cambiado. Una encuesta reciente mostró que los votantes republicanos, al menos en este momento, prefieren al gobernador Ron DeSantis, de Florida, que a Trump por una diferencia de 20 por ciento.

Es imposible exagerar cuán dañinos fueron los resultados de las elecciones intermedias, no únicamente para los republicanos sino para el mismo Trump. No es ningún secreto que la mayoría de los candidatos que él ungió y que, por cierto, apoyaron sus falsas acusaciones de un supuesto fraude electoral, perdieron las elecciones pasadas.

Durante años Trump había podido culpar a otras personas por sus derrotas o incluso reformularlas como victorias. Pero al parecer sus días de desafiar todas las leyes de gravedad política llegan a su fin. Al mismo tiempo, sus problemas legales solo han aumentado a medida que las múltiples investigaciones que pesan sobre él apuntan a un solo sitio: el banquillo.

Indeleble

El año que concluye pasará a la historia como el momento en que Estados Unidos comenzó a dejar atrás el populismo del espectáculo que Trump clavó en el corazón de la política de su país.

Aunque los resultados de las elecciones intermedias estadunidenses fueron mixtos, los acólitos del magnate aún podrían ayudar a los republicanos a bloquear cualquier tipo de avance bipartidista en el Congreso. Sin embargo, no podemos ignorar que, por primera vez, vimos el surgimiento de una mayoría antiTrump de casi 60% de los votantes, según una reciente encuesta.

Esto no significa que la fiebre del trumpismo ha desaparecido, simplemente se trata de señalar las debilidades que ambos partidos mostraron en el último año y lo que podría significar para el próximo.

Mientras que muchos creen que el talón de Aquiles de los demócratas es que se han convertido en el partido de las élites, el de los republicanos es Trump. Y la debilidad republicana es más fácil de extirpar. Si los republicanos se deshacen de Trump podrían convertirse en el partido dominante en Estados Unidos.

Sin embargo, la batalla para preservar el orden del mundo liberal está en marcha. El autoritarismo populista sigue a toda máquina y las democracias continúan en retroceso. Por lo que aun si 2023 se convierte en el año DT (Después de Trump) de los republicanos, su marca en los votantes podría ser más indeleble de lo que creen.