EL (DES)CONCIERTO DE LA IZQUIERDA

“Estancamiento económico y alto desempleo provocan gran desilusión popular”.

Lucy Bravo
Columnas
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El año que termina dejó muchas lecciones a su paso, pero sin duda una de las más importantes es el regreso de la izquierda en América Latina. En una región especialmente afectada por la pandemia de coronavirus, el hambre y la pobreza en aumento se convirtieron en los catalizadores de una sed de cambio. Y Chile es tan solo el ejemplo más reciente.

Surgido de las protestas estudiantiles de 2011, Gabriel Boric es el nuevo integrante del club. Con 35 años se convertirá en el presidente más joven en la historia de Chile, con casi 56% de los votos. Pero no fue casualidad, así como tampoco lo fueron las palabras que eligió el día de su triunfo en las primarias de su partido. En aquel entonces citó la famosa frase de Salvador Allende, el presidente socialista que el 11 de septiembre de 1973 fue sacado del poder por un golpe de Estado que daría pie a la dictadura pinochetista: “Se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y la mujer libre para construir una sociedad mejor”.

Junto con Chile, en 2021 la izquierda llegó a Honduras de la mano de Xiomara Castro, la primera mujer presidenta del país y quien ganó las elecciones de noviembre con la promesa de “sacar a Honduras del abismo” de una “narcodictadura y corrupción”.

Lo mismo sucedió con Pedro Castillo, un exprofesor rural, en Perú. El que hasta hace poco era un desconocido para muchos votantes se comprometió a compartir mejor la vasta riqueza mineral del país y cobrar más impuestos a las empresas mineras a las que acusó de “saquear” a la nación andina.

Ola

Pero las recientes victorias de la izquierda difícilmente serán las últimas. Tanto Brasil como Colombia irán a las urnas el próximo año y en ambos casos los candidatos de izquierda están a la cabeza en las encuestas. Por un lado, el expresidente Lula da Silva resurgió de las cenizas después de que la Suprema Corte brasileña anuló su sentencia por corrupción; y, por el otro, el colombiano Gustavo Pedro podría arrasar en los comicios luego del desastre que dejó a su paso la propuesta de aumento de impuestos —en plena pandemia— de Iván Duque.

Estamos ante una nueva ola de cambios políticos en una región donde la doctrina del libre mercado dominó las últimas décadas. Sin embargo, la distribución desigual de la riqueza, el estancamiento económico y el alto desempleo provocaron una gran desilusión popular.

Para muchos la región sufre una prolongada inestabilidad política y esto impide el desarrollo, la inversión y el crecimiento que tanto se prometió con el neoliberalismo. Los movimientos de izquierda en América Latina no están impulsados por una competencia geopolítica, ni por la influencia de Rusia, China o Cuba, sino por el fracaso de la mayoría de los gobiernos para competir dentro del capitalismo, siempre y cuando se garantizara la consolidación de instituciones reguladoras adecuadas. El mayor de sus pecados: la corrupción.

Lexema Eduardo Galeano alguna vez dijo que “el poder es como un violín: se toma con la izquierda y se toca con la derecha”. Pero quizás olvidó mencionar que tanto izquierdas como derechas hay muchas. Tal vez por ello América Latina nunca ha logrado tocar al unísono una sola vez.