EL TSUNAMI QUE NO FUE

“Todavía por verse si realmente fue un voto de confianza”.

Lucy Bravo
Columnas
TSUNAMI ROJO

A casi una semana de los comicios de medio término en Estados Unidos ya comienzan a ser visibles varias lecciones para la democracia estadunidense. Luego de una elección en la que a los demócratas les fue mucho mejor de lo que se esperaba en medio de una inflación histórica y bajos índices de aprobación para el presidente Joe Biden, lo digno de analizarse no es un giro salvaje en una dirección u otra, sino la ausencia del mismo. Es decir, ¿nos perdimos algo?

El famoso “tsunami rojo” que no fue se ha convertido en un capítulo más de una presidencia que no deja de desafiar todos los pronósticos. Todo parecía indicar que al centrar sus mensajes en una batalla por la democracia y la preservación del derecho al aborto a pesar de los continuos problemas económicos de los votantes, el Partido Demócrata no alcanzaría a librar la aplanadora del trumpismo.

No podemos olvidar que a pesar de que Donald Trump no estaba en las boletas, la elección se trató en gran medida sobre el expresidente. Sí, para desgracia del Partido Republicano. Y es que claramente llegó el momento de una profunda reflexión al interior de sus filas sobre qué tanto pueden seguir cediendo el escenario a un personaje que quizá sea más tóxico que benéfico para sus candidatos.

Por otro lado, la participación récord de los votantes jóvenes fue crucial en los resultados. De hecho, en Florida el activista progresista de 25 años Maxwell Frost se convirtió en el primer miembro de la Generación Z elegido para llegar al Congreso estadunidense. Y aunque no está claro si los republicanos o los demócratas tendrán el control del Congreso en enero, también se registraron otras tendencias demográficas importantes, como la participación de las mujeres y los votantes suburbanos.

Desde Michigan hasta Pensilvania el impacto del aborto en las elecciones fue una sorpresa para muchos expertos, quienes habían predicho que la decisión de la Corte Suprema de revocar Roe vs. Wade, el fallo que consagró el derecho constitucional al procedimiento, se habría desvanecido en la mente de los votantes desde el verano. De hecho, más de un tercio de los votantes en estados clave dijeron estar indignados por esa decisión y por ello salieron a las urnas.

Interrogantes

No obstante, los republicanos obtuvieron grandes victorias en diversas partes del país, especialmente en Florida y Texas, donde los gobernadores Ron DeSantis y Greg Abbott ganaron cómodamente la reelección. En Florida las victorias de DeSantis y el senador republicano Marco Rubio son la última evidencia de que el estado se está volviendo cada vez más rojo y algunos dicen que los latinos y las personas mayores contribuyen a esa tendencia.

Cada vez es más evidente que los demócratas esquivaron el precedente histórico de perder una gran cantidad de escaños en la primera mitad del mandato de un presidente, pero perdieron un apoyo clave entre sus electores principales. El apoyo a los demócratas entre los latinos fue de 63% en 2018 y ahora está por debajo de 55%, según las primeras encuestas.

Aún son muchas las interrogantes sobre las lecciones que dejaron las intermedias de EU. Pero conforme se acerque 2024 el triunfalismo actual de los demócratas podría ser su peor enemigo, ya que está todavía por verse si realmente fue un voto de confianza hacia sus políticas o solo un voto para esquivar a los candidatos tan poco serios que llegaron a la boleta. Con o sin Trump, sigue sin quedar claro hasta dónde puede llegar realmente Biden.