LA REALIDAD SIGUE AHÍ

Lucy Bravo
Columnas
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Afirmaciones sobre un supuesto fraude electoral en Estados Unidos; curas milagrosas contra el Covid-19; divisiones en torno de las protestas de Black Lives Matter: no, no se trata de un día cualquiera para los trolls de internet sino de un pequeño vistazo a la cuenta de Twitter del presidente Donald Trump. Una vez más todo parece indicar que la verdadera batalla en la elección presidencial será contra las fake news.

Esta frase que ha acompañado al mandatario prácticamente en toda su gestión hoy está más viva que nunca, mientras los gigantes tecnológicos de Silicon Valley simplemente no logran erradicar la propagación de noticias falsas en las redes sociales.

Desde 2016 Facebook, Twitter y Google gastan colectivamente decenas de millones de dólares en nuevas tecnologías para rastrear estas falsedades, pero tan solo hace una semana un video publicado por Donald Trump Jr. que afirmaba que la hidroxicloroquina cura el Covid-19 alcanzó más de 20 millones de vistas antes de ser removido.

Y ahora, a pocos meses de la elección, las plataformas también están atrapadas en una batalla de contenido entre republicanos y demócratas. Para la izquierda la intromisión de Rusia, tanto en la última como en la actual contienda, estaba destinada a ayudar a Trump, mientras que la derecha asegura que hay un sesgo de las compañías contra las opiniones de los conservadores y reclama su derecho a la libertad de expresión. Y en este sentido los esfuerzos para polarizar a la sociedad han sido todo un éxito, sin importar el resultado de noviembre próximo.

Focos rojos

Trump insiste en que esta elección será un fraude sin precedente. Pero esto no es nada nuevo. Desde el día uno de su presidencia el inquilino de la Casa Blanca se dedica a promover toda clase de teorías de conspiración. De acuerdo con el último corte del diario The Washington Post, tras mil 267 días en el cargo el presidente estadunidense ha hecho más de 20 mil 55 afirmaciones “falsas o engañosas”. En los primeros 100 días de su presidencia emitía cuatro o cinco noticias falsas diariamente y hoy su promedio es de 40.

Pero Trump no es el único promotor de información engañosa. Mucho antes de que llegara al Despacho Oval diversos movimientos adoptaron a lo largo de la historia las mismas tácticas. Dos de los regímenes más monstruosos de la historia humana llegaron al poder en el siglo XX y ambos se basaron en la violación y el despojo de la verdad. La simple premisa de que el cinismo, el cansancio y el miedo pueden hacer que las personas sean susceptibles a las mentiras y falsas promesas ha motivado a toda clase de líderes empeñados en el poder incondicional.

Como Hannah Arendt escribió en Los orígenes del totalitarismo, “el sujeto ideal del gobierno totalitario no es el nazi convencido o el comunista convencido sino las personas para quienes la distinción entre lo verdadero y lo falso ya no existen”. Por supuesto, no se trata de establecer una analogía directa entre las circunstancias actuales y los horrores de la Segunda Guerra Mundial, pero no podemos ignorar lo que a todas luces son focos rojos.

Sin embargo al parecer poco se ha aprendido de la pasada elección presidencial y los estadunidenses están empeñados en cometer los mismos errores. No hay remedios fáciles, pero sin la verdad la democracia está perdida. Por lo pronto la cuenta regresiva en EU para la cita en las urnas ya comenzó.

Lexema “En concordancia con los hechos o la realidad”: esa es la definición del Diccionario de Oxford de la palabra “verdadero”. A pesar de que el mundo actual indica todo lo contrario, los hechos aún existen. La realidad está ahí: solo tenemos que recordarlo. Cuantas veces sea necesario.