2019, TRADICIONAL RECUENTO (I/II)

El año pasado se llevó a artistas muy queridos por todos.

Masha Zepeda
Columnas
Foto: Especial
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En el preámbulo del inicio de la segunda década del siglo XXI el mundo entero vivió el arte con gran intensidad y la creación visual fue un claro ejemplo: para cerrar el año, por ejemplo, en diciembre el jurado del afamado premio Turner de Arte Contemporáneo, con sede en Londres, decidió otorgarlo de manera colectiva a los cuatro finalistas por “su compromiso en las causas políticas y sociales, tan necesario en estos tiempos”.

El jurado recalcó que la obra de cada uno de ellos —el jordano Lawrence Abu Hamdan; el londinense de origen colombiano Óscar Murillo y las inglesas Helen Cammock y Tai Shani— se refiere a la injusticia, la intolerancia, la opresión y la discriminación por raza o género.

Los cuatro ya habían solicitado en una carta en común que el premio se repartiera al considerar “estos tiempos de desunión política en el Reino Unido y un sinsentido” competir entre ellos.

Por eso los 40 mil dólares se entregarán a los cuatro a finales de enero, sentando un precedente único que causa satisfacción entre los artistas… y molestia en el mercado del arte.

La polémica del año la levantó la instalación Comediante, del artista italiano Maurizzio Cattelan, al pegar con cinta adhesiva un plátano a la pared y vender el performance en 120 mil dólares en Art Bassel Miami Beach; antes que acabara la exhibición de la feria fue arrancado y comido por otro artista, el performancero David Datuna, en señal de protesta para después afirmar: “Me gusta realmente esta instalación. Está deliciosa”.

El hecho causó revuelo y cuestionó la validez de este tipo de piezas, mientras que el galerista sustituyó el plátano por otro de manera inmediata: así de frívolo y volátil puede ser en ocasiones el arte conceptual actual.

Los que partieron

El año pasado se llevó a artistas muy queridos por todos. El enorme Francisco Toledo partió dejando una tremenda tristeza en todo el país.

Asimismo, la ausencia del maestro Gilberto Aceves Navarro cimbró a los cientos de alumnos que formó tanto en San Carlos como en La Esmeralda.

También partieron Rafael Coronel, Eniac Martínez, Yani Pecanins e Ivonne Domenge, así como Rina Lazo, el gran Carlos Jurado y el afamado diseñador alemán Karl Lagerfield, quien murió en París dejándole su fortuna a su amada gata Choupette.

Celebraciones

El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, IAGO, que fundó Francisco Toledo, llegó a sus primeros 30 años y se reconoció la comprometida labor del fotógrafo Rodrigo Moya al cumplir 85 años, mientras el famoso Museo del Prado celebró —durante los doce meses del año— los dos siglos de su apertura en Madrid.