LA FOTOGRAFÍA COMO PUENTE UNIVERSAL

México es un país que desde la llegada de la cámara ha seguido al trote sus avances.

Masha Zepeda
Columnas
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Un vaso comunicante entre todos nosotros son las tomas fotográficas y me atrevo a afirmar que no hay una sola familia en México que no tenga imágenes de sus integrantes: retratos, fotos tamaño infantil para trámites de toda índole, conjuntos de caritas del nuevo bebé, bodas, bautizos, fiestas de XV años…

Además ahora con la revolución tecnológica, con los celulares, que cada vez tienen mejor resolución, prácticamente no hay persona en el mundo que no haya sido parte de una selfie.

Y qué decir de los integrantes de las redes sociales que compiten cada segundo por mostrar los lugares que visitan, lo que comen, las reuniones, los logros y hasta las tristezas, todo con fotos de por medio.

Incluso en tiempos de confinamiento como el que vivimos reconstruir el árbol genealógico es una de las actividades que podrían ser tan interesante para los pequeños de la familia, quienes así pueden conocer sus raíces, como intenso para los mayores que van mostrando los eslabones para reconstruirlo.

Disfrute

México es un país que desde la llegada de la cámara, primero como daguerrotipo que solo podía sacar una copia única, hasta el paso del blanco y negro al color, ha seguido al trote sus avances, por lo que la Revolución Mexicana fue ampliamente documentada para fortuna de nuestra historia colectiva y el Archivo Casasola es un verdadero tesoro y patrimonio nacional.

Recuerdo la aparición de las cámaras digitales. Yo no tenía y seguía usando mi cámara tradicional, que tantas desilusiones inmediatas dio a mi hija cuando me pedía ver lo captado como hacían sus amiguitas a las que sus mamás de inmediato les enseñaban las imágenes, mientras yo le explicaba que en cuanto acabara el rollo lo imprimiría y le enseñaría las fotos. Ella pacientemente esperaba y al final le emocionaba más poder ver las imágenes impresas, al igual que al resto de sus amigos, y con el tiempo hizo álbumes que hasta ahora, 14 años después y a punto de graduarse de preparatoria, muchas veces vuelve a ver y las carcajadas siempre regresan porque, ¿quién no disfruta viendo fotos y repasando la vida?