DÉJALO HOY

“Nadie podrá volver a violentarte ni a pasar sobre ti jamás”.

Mónica Soto Icaza
Columnas
Screen Shot 2022-01-31 at 9.12.17 AM.png

Hoy quiero escribirte a ti, que vives un mal momento al lado de un hombre que te maltrata. Quiero decirte, así, con todas sus letras, que lo dejes. Déjalo hoy. Sí. Así de contundente y de difícil, aunque se diga fácil. Y quiero que lo dejes porque no va a cambiar. Por más que lo quieras, por más que creas que tu amor puede cambiarlo, no va a suceder. Te va a maltratar todo lo que su mente o sus impulsos le ordenen, hasta que te haga tal daño que vuelvas a plantearte dejarlo.

Y lo dejarás de nuevo, o por lo menos lo intentarás, te separarás de él y te irás a algún sitio donde te sientas segura, lejos de su influencia, sus gritos, sus insultos, pero luego vendrá y te pedirá disculpas, rogará, prometerá, tal vez incluso hasta vaya a la iglesia y jure ante el santo de su devoción, o te pedirá que lo perdones por tus hijos, o por su madre.

Quizá por un tiempo todo sea mejor y parezca que lo han superado; hasta que vuelvas a salirte del libreto, a decirle algo que no te agrada, o él vuelva a tomarse esa copa, o tenga un mal sueño y ese día despierte con ganas de demostrarte quién manda, y volverá a violentarte, a decirte que no sirves para nada, que estás gorda, que sales muy cara para lo poco que das, que debió elegir a una mejor madre para sus hijos, que no sabe por qué está contigo si ya ni le gustas, que eres una puta y te vistes para exhibirte, que las esposas de sus amigos sí se hacen cargo de ellos, no como tú, que eres una egoísta y solo piensas en lo que él hace mal, como si tú valieras la pena…

Y volverán los gritos, los malos tratos, las miradas fastidiadas, los puños cerrados, las palabras ácidas, las altisonantes. Y te sentirás de nuevo parada en el aire, volverán la angustia, el insomnio, las crisis de nervios, el deseo compulsivo de comer o ir de compras para olvidarte unos segundos del problema; el deseo de dejarlo. Pero esta vez las suelas de tus zapatos serán más pesadas, tu voluntad será más difícil de localizar, porque cada golpe, ya sea de vocablos, de dedos comprimidos en el brazo, de moretones en los pómulos o en el alma, minará tu confianza, tu capacidad de decidir, el amor que sientes hacia ti…

Pesadilla

Por eso tienes que dejarlo hoy. Empieza a dejarlo hoy y vete cuando estés lista. Porque no te puedes dar el lujo de seguir perdiendo el tiempo, la vida y la autoestima con alguien que no te ama y jamás va a poder amarte porque lo más seguro es que tampoco se quiera a sí mismo. Aunque tú desees con todo tu ser que él se mire como lo miras tú, con ese amor, cariño y compasión, él no puede hacerlo; eso requiere un viaje profundo, un camino de autotransformación que solo se logra con una voluntad que él no tiene.

No es que sea una mala persona. Sé que te cuesta trabajo dejarlo porque los momentos de gloria son indescriptibles y los instantes infernales duran tan poco. Sé que es difícil dejarlo porque temes ser injusta con tu promesa de amarlo y respetarlo para siempre. Pero lo que hay ahí no es amor ni respeto, es dominación, eres tú sirviendo de costal de box para sus frustraciones.

Te juro que vas a estar bien: conseguirás salir adelante, algún día podrás volver a bailar sin miedo, te mirarás desde una dimensión distinta, sin el engaño de tu insuficiencia, porque puedes vivir la vida que quieres, y otro día recordarás estos momentos como una pesadilla de la que tuviste la valentía de despertar.

Déjalo hoy. Y aunque vengan tiempos difíciles, momentos de indecisión y soledad, también surgirá dentro de ti un espíritu nuevo y créeme: nadie podrá volver a violentarte ni a pasar sobre ti jamás.

Sé bien de lo que hablo: también estuve ahí.

Déjalo hoy.