En México, la justicia llega a cuentagotas. No basta con tener leyes justas si no hay personas justas para aplicarlas. La exigencia social es clara: un Poder Judicial con eficacia, transparencia y perspectiva de género. Y es ahí donde la figura de Celia Maya, presidenta electa del Tribunal de Disciplina del Poder Judicial, se convierte en pieza clave.
Contadora pública, licenciada en Derecho, con dos maestrías y un doctorado, ha forjado su trayectoria entre expedientes y sentencias. Seis años como jueza civil y 34 como magistrada en Querétaro le dan la legitimidad de quien ha vivido la justicia de carne y hueso, “la del día a día, en la que llega la gente con todos sus problemas”.
Ahora, tras 40 años de carrera, encabeza el nuevo órgano que sustituirá al Consejo de la Judicatura con la misión de vigilar y sancionar a la primera generación de jueces y magistrados electos por voto popular.
La expectativa es alta. En sus propias palabras: “Hoy inicia un Poder Judicial diferente, con una visión diferente y con una expectativa de la gente diferente, porque lo único que pudimos vivir en esta campaña que pasó fue que se vio la esperanza de la gente en tener una verdadera respuesta, que haya justicia en el país. Entonces, es un reto”.
Uno de los cambios más trascendentes es la integración paritaria del Poder Judicial. “La presencia de las mujeres será muy importante en el Poder Judicial, porque con el sistema que se eligió —mitad hombres, mitad mujeres y que no competían hombres contra mujeres, sino que iban las puras mujeres— vamos a tener un poco más arriba de la mitad de mujeres en el Poder Judicial”, afirma.
Para Maya, esta cifra no solo es histórica, sino que impone responsabilidad: “Desde hace mucho, en muchos aspectos de la vida pública, de la política, se esperaba que llegara ese momento en que las mujeres alcanzaran de verdad la mitad. Y ahora, ese es un logro, por una parte; pero también una responsabilidad para las mujeres, porque vamos a tener que dar una respuesta y ver los resultados ahora que vamos a estar en conjunto para que la visión de la mujer se empiece a notar”.
Cambio necesario
El Tribunal de Disciplina que encabezará Celia Maya está diseñado para responder a dos exigencias centrales: eficacia y combate a la corrupción. “La gente en realidad está esperando más prontas respuestas del Poder Judicial. Es uno de los retos. Y otro es que la corrupción que por ahí se pueda ver se ataque y no se permita la impunidad. Esa es la función principal de este tribunal y en la ley se le dan las herramientas necesarias para que lo logre”, explica.
Dice que “habrá programas para ir evaluando a los jueces y tendrá que haber un sistema para preguntarle a la ciudadanía cómo ve a su juez; a los usuarios de la justicia cómo lo califican. Entonces, es un cambio necesario para dar el resultado que la gente espera. Y no perdamos de vista que la esperanza de la gente está ahí, en esta reforma, para tener la justicia que siempre ha querido”.
La presidenta del nuevo Tribunal de Disciplina del Poder Judicial afirma que la rendición de cuentas será permanente: “Otro aspecto que deben aceptar jueces y magistrados es que —yo pienso—van a sentir como una invasión a su trabajo, porque hasta ahora se ha pensado que un juez es independiente, ya que nadie le dice nada, porque nadie le puede preguntar nada, ya es juez, ya es magistrado, ya sabe lo que tiene que hacer. Y sí, sabe lo que tiene que hacer, pero tiene también mucho trabajo, muchas cosas y cuando hay por ahí llamadas de atención sobre algo que no va caminando, que hasta el propio personal se queja del juez, tienes que ver qué pasa. Y entonces, le guste o no, le vamos a preguntar”.
Y agrega con firmeza: “Toda la ciudadanía, todo el pueblo de México, puede tener la confianza en que no se le ordenará nunca a un juez cómo decidir una sentencia, eso no. Fui 40 años jueza, por favor, y nunca me dieron una orden de cómo hacer una sentencia. Nadie respeta más que yo esa independencia porque, además, como siempre lo he dicho, un juez que no es independiente ni se apunte para juez. Una persona que no es capaz de decir ‘este es mi criterio y lo voy a sostener y aquí está mi argumento’, pues no debió de ser juez. Y a la primera que le digan ‘oye, dime cómo lo hago’, pues no. Entonces, no es eso, vamos a intervenir porque hoy lo que caracteriza este nuevo sistema es la eficacia. Y cuando hablamos de eficacia, ¿de qué hablamos? De resultados”, expresa.
Transparencia, programas de evaluación y puertas abiertas son los ejes con los que Celia Maya busca dar rumbo a esta nueva etapa judicial.