Hace 70 años las mujeres en México no podían votar y su participación en la vida política del país era prácticamente nula.
La lucha fue larga, miles de voces femeninas exigieron el derecho a decidir y participar. En la Revolución Mexicana mujeres líderes alzaron la voz por la igualdad. Incluso en 1916 en Mérida, Yucatán, se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista de Yucatán, donde mujeres excepcionales formaron las bases de una lucha que sería larga y compleja.
Imprescindible recordar las acciones de figuras de la trascendencia de Hermila Galindo, que con sus acciones exigió el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres con fundamento en el Plan de Guadalupe en 1913, sin embargo, para 1917 nuestra Constitución Política no le concedió el voto a las mujeres.
Otra de las mujeres que forjó la historia fue Elvia Carrillo Puerto, quien siguió exigiendo la participación política de las mujeres en México y que en 1922 logró convertirse en la primera diputada en el Congreso de Yucatán. Sin embargo, un par de años más tarde se vio obligada a renunciar debido a recurrentes amenazas de muerte. Ella siguió su lucha y nos dejó un legado inagotable que resuena fuertemente en estos días.
Plenos derechos
Aunque los esfuerzos no fueron menores, los cambios llegaron a cuenta gotas para millones de mujeres en México. Fue hasta 1947 cuando se otorgó el derecho al voto a las mujeres, pero únicamente a nivel municipal. Los miedos sociales eran muchos y las mujeres tuvieron que seguir adelante con la exigencia de sus derechos plenos.
Fue el 17 de octubre de 1953 que el Congreso de la Unión aprobó reformas al artículo 34 de nuestra Constitución para garantizar el derecho al voto de las mujeres en México en todas las elecciones federales. Así fue como se cambió la historia. Dos años más tarde, en 1955, las mexicanas votaron por primera vez en las elecciones presidenciales.
Hoy, a siete décadas de distancia de que las mujeres tengamos derecho a votar y a participar en la vida política de nuestro país, la diferencia es visible. Actualmente, las mujeres representan 51.8% del Padrón Electoral. En 2018, finalmente México tuvo una representación paritaria en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.
Las mujeres están más activas que nunca en la vida política de México y esto debe verse reflejado en una mejor realidad para millones de mexicanas. Mejor salud, mejor educación, un alto a la violencia, a los feminicidios. A 70 años del voto femenino, la realidad debe cambiar.