¿ANTISEMITISMO DE MAMDANI?

Nueva York

Uno de los problemas más serios de la polarización es que ya no se puede confiar plenamente en las fuentes de uno u otro lado. El ministro para la Diáspora de Israel, Amichai Chikli, lamentó la elección de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York y alertó a los judíos residentes en esa ciudad del peligro inminente. “La ciudad fue en su día un símbolo global de la libertad, pero ha quedado ahora en manos de un seguidor de Hamás, alguien cuya postura no dista mucho de la de los yihadistas fanáticos que mataron a tres mil personas hace 25 años”, afirmó.

Además, dijo, “Nueva York ya nunca será lo mismo, especialmente para la comunidad judía. La ciudad camina hacia el abismo, el mismo abismo en el que ya se encuentra Londres. Pido a los judíos de Nueva York reconsiderar seriamente mudarse a Israel”.

Por su lado, el embajador de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, expresó que “sus palabras incendiarias (las de Mamdani) no nos frenarán. La comunidad judía de Nueva York y de todo Estados Unidos merece seguridad y respeto. Vamos a seguir reforzando nuestros lazos con los líderes de esta comunidad para garantizar nuestra seguridad y bienestar”.

A su vez, Mamdani aseguró que la ciudad seguirá “combatiendo el antisemitismo” y construirá una “alcaldía que esté del lado de los neoyorquinos judíos”.

Dudas

Habrá que ver, pero no deja de ser preocupante el volumen del intercambio entre las autoridades de Israel y este personaje. Considerando la importancia de Nueva York, no falta quien lo esté encaminando para la candidatura presidencial demócrata en unos años.

Hasta el momento, o mucho me equivoco, no encuentro que ninguna de sus ofertas políticas sea abiertamente antisemita o busque la discriminación explícita de los judíos. Lo que sí sabemos y es evidente es la cercanía de Mamdani con los grupos más radicales hacia la izquierda del Partido Demócrata. Lo acompañaron y apoyaron continuamente figuras como Alexandria Ocasio Cortez y Bernie Sanders.

Ya no es el Partido Demócrata liberal con tintes izquierdistas del pasado sino un ala que se describe a sí misma como socialista y ofrece gratuidad en ciertos servicios públicos, como el transporte colectivo.

Hay quienes acusan a Mamdani de vínculos con la Hermandad Musulmana y vieron su candidatura como una conspiración de fuerzas oscuras para destruir la ciudad más importante de Occidente.

Esto es el problema de la polarización al que me refiero. No se ve al oponente político como un mero adversario sino como una amenaza existencial para valores esencialistas.

Sigo pensando que todo esto no hubiera sucedido si los liberales de los últimos 30 o 40 años hubieran sido más audaces. La insatisfacción electoral contra la insensibilidad social de los demócratas les hizo perder votos masivamente a sus representantes convencionales (mainstream) y fortaleció las alas radicales de ese partido. Si uno recuerda la esperanza que Barack Obama encarnó por limpiar el sistema y que quedó defraudada cuando no encarceló siquiera a uno de los banqueros responsables de la crisis de 2008, se entiende el atractivo de las propuestas radicales de izquierda y derecha sobre el electorado estadunidense. Cuando el sistema se percibe como inherentemente injusto, el bipartidismo tradicional no se concibe como una opción deseable.

Hace 20 años un candidato como Mamdani hubiera sido impensable. Y no se trata de un mero cambio generacional. Se trata de una alteración radical de paradigmas por la incapacidad del liberalismo para reformarse a sí mismo. Hoy las ofertas políticas de izquierda y derecha son abiertamente antiliberales. Yo tengo dudas de que Mamdani o figuras como la suya resulten atractivas en otras zonas más conservadoras de Estados Unidos. Por eso, creo que al final esta deriva de los demócratas tonificará al trumpismo. Ojalá me equivoque.

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