En esta ocasión conversé con la senadora michoacana Celeste Ascencio sobre su libro MujerEs Michoacán, que reúne las luchas y la memoria de las mujeres de su estado en el tiempo de la primera presidenta de México.
“Presentamos este libro donde participan 60 mujeres, entre ellas tú, quienes precisamente abordan desde sus testimonios lo que han vivido, lo que han sufrido, lo que han tenido que resistir para llegar al día, al momento donde hoy se encuentran”, me dice.
El libro recorre diez capítulos sobre igualdad sustantiva, paridad, presencia de las mujeres en los poderes Ejecutivo y Legislativo, vida interna de los partidos, violencia política y la realidad de las mujeres indígenas.
Me siento muy honrada de que la senadora me haya convocado para participar, reflexionando sobre violencia política de género con un texto que titulé Sobrevivir también es resistir, donde escribo de las mujeres que permanecen en la vida pública a pesar del miedo, las amenazas y las pérdidas.
Compartir páginas con mujeres de las comunidades, del Legislativo y del gobierno federal, y con figuras como Guadalupe Taddei, consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral; Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación; y Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro y legisladora, es también un reconocimiento al periodismo que busca ser un espacio para impulsar a las mujeres.
La charla nos llevó a su trabajo con la comunidad migrante. En Chicago y Nueva York, Ascencio se encontró con michoacanas y michoacanos que siguen de cerca lo que ocurre en su tierra y que preguntan por el voto migrante y por las decisiones que se toman aquí.
Desde allá llega un mensaje claro: “Sepan que hay mujeres de Michoacán que están dando la lucha, que están dando la batalla y que no nos podemos quedar calladas; entonces, me parece que se está generando un impacto positivo y que lejos de que se pudiera pensar o interpretar que existe turismo legislativo, habemos verdaderamente legisladoras y legisladores que estamos preocupados y ocupados por nuestro territorio, por nuestra población y que vamos no de turistas, sino a trabajar”.
Agenda
Esa defensa del territorio se refleja en su agenda económica y ambiental. En un estado productor número uno de aguacate, programas como Guardián Forestal vigilan el cambio de uso de suelo para que donde haya huertas también haya bosque y se protejan el agua, la seguridad y la vida de las comunidades.
“La cuestión es que la exportación que se estaba realizando se hacía sin los certificados correspondientes; estos certificados lo que están permitiendo es precisamente que no haya este cambio de uso de suelo de manera clandestina, sino que pueda haber una hectárea de aguacate, pero también una hectárea de bosque”, explica.
Antes de despedirnos, la senadora relata un encuentro regional en Perú sobre diversidad sexual, donde comparó los retrocesos de ese país con los avances y pendientes de México en derechos de la comunidad LGBT+, de la cual la senadora forma parte.
Entre el lanzamiento de su libro, la atención a comunidades migrantes y la lucha feminista, Celeste Ascencio confirma que la batalla por Michoacán se libra en las instituciones, en el territorio y en cada mujer que decide que sobrevivir también es resistir.