ATRACCIÓN PARECIDA

Daniela Suárez
Columnas
Atracción

Atracción, duda y angustia primero. Abismo y pasión después.

María Dueñas

Los opuestos se atraen ¿o no? Estoy segura de que esta es una frase que la mayoría de nosotros ha escuchado más de una vez en nuestras vidas. Y capaz hasta cuando estamos empezando a salir con alguien o iniciamos una nueva relación nuestros seres queridos nos digan algo como “ojalá sea diferente a ti”, con la idea de tener mayor éxito en una relación.

Y bueno, ¿a quién le consta que los opuestos son siempre los que se atraen? De acuerdo con un nuevo estudio las personas tendemos a sentirnos más atraídas a individuos del sexo opuesto cuando estos tienen una pequeña semejanza con nosotros.

Según la investigación publicada en el diario Evolution and Human Behavior los hallazgos brindan un poco de luz en los factores que influencian nuestras percepciones de belleza y atracción en interacciones físicas.

Para el estudio el equipo de Amy A. Z. Zhao, una candidata a doctorado en la Universidad de Queensland en el Centro de Sicología y Evolución, reclutó a 682 participantes, quienes tuvieron más de dos mil 280 interacciones en citas rápidas. Durante estas interacciones los participantes de sexos opuestos interactuaron en conversaciones de tres minutos y después se evaluaron en dos aspectos: atractivo facial, gentileza y comprensión.

Los investigadores también analizaron las imágenes faciales de los participantes utilizando medidas objetivas como masculinidad, promedio y similitudes entre las interacciones de los participantes. Este enfoque pretendía ofrecer una comprensión más precisa y matizada de qué es lo que influye en nuestras percepciones del atractivo y otras cualidades interpersonales.

Similitud

Zhao y sus colegas descubrieron que los individuos que poseían rostros en promedio geométricos eran calificados sistemáticamente como más atractivos. Este hallazgo sugiere que hay cierto encanto en tener un rostro que cae dentro de la norma. Sin embargo, cuando los investigadores examinaron conjuntamente los papeles de la promediación y la similitud facial, surgió una revelación: resultó que, aun cuando la promediación influía significativamente en la percepción del atractivo, la similitud facial también desempeñaba un papel crucial. Las parejas que tenían rasgos faciales parecidos a los de sus compañeros de interacción se consideraban más atractivas. Esto indica que compartir algunas características faciales comunes puede aumentar el atractivo en el otro.

La etnicidad fue otro factor significativo que influyó en la atracción. Los participantes calificaron mejor el atractivo facial de sus parejas de la misma etnia que el de las de etnias diferentes. Esto indica que puede haber una preferencia por personas que comparten el mismo origen étnico.

Algo que fue interesante es que el estudio mostró el impacto que tuvo la masculinidad facial con base en géneros; es decir, en los hombres la masculinidad facial se asoció directamente con mayor atractivo mientras que, en contraste, las mujeres que fueron calificadas con mayor masculinidad facial calificaron como menos atractivas. Sin embargo, este efecto desapareció en etnicidad y en concordancia étnica.

Más allá del mero atractivo físico, el estudio también profundizó en la percepción de la amabilidad y la comprensión. Mientras que el promedio facial no predijo las puntuaciones de amabilidad y comprensión, la similitud facial sí lo hizo. Los participantes calificaron a las parejas que compartían rasgos faciales como más amables y comprensivas, lo que refuerza la idea de que la similitud puede fomentar un sentimiento de parentesco y confianza.

Y a ti, ¿te atraen tus opuestos o tus semejantes?