BREVE HISTORIA DE LA TELEVISIÓN MEXICANA

Historia de la TV mexicana
Columnas
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La televisión en México inició oficialmente el 31 de agosto de 1950, cuando se inauguró XHTV Canal 4, propiedad de Rómulo O’Farrill, con el apoyo técnico de Guillermo González Camarena, inventor del sistema tricromático secuencial de campos para transmitir televisión a color.

Aquel día, en una ceremonia transmitida desde el centro de la Ciudad de México, comenzó la era de la TV en el país. El presidente Miguel Alemán Valdés fue uno de los primeros en aparecer en pantalla.

En sus primeros años la programación era en vivo, limitada y de baja calidad técnica, pero el interés del público creció rápidamente. El medio comenzó a expandirse gracias a las concesiones otorgadas por el gobierno y al desarrollo de una infraestructura de transmisión que permitía llegar a más hogares.

A mediados de la década de 1950 se consolidó Telesistema Mexicano, resultado de la fusión de tres canales: XHTV Canal 4, XEW Canal 2 y XHGC Canal 5. Encabezaba esta empresa Emilio Azcárraga Vidaurreta, junto con O’Farrill y otros empresarios. Fue el primer gran paso hacia el monopolio televisivo en México. Telesistema Mexicano no solo dominaba la producción y transmisión de contenido, sino que también tenía relaciones cercanas con el gobierno, lo que facilitaba su crecimiento.

Durante esta etapa comenzaron a transmitirse programas icónicos como Teatro Fantástico o El Estudio Raleigh, y las primeras telenovelas, como Senda prohibida (1958), que marcaron el inicio de uno de los géneros más populares de la televisión mexicana.

González Camarena desarrolló su sistema de televisión a color y en 1963 se realizó la primera transmisión oficial en color en México. Aunque la adopción masiva del color tardó algunos años debido al costo de los televisores, este avance colocó a nuestro país como uno de los pioneros en el tema.

Durante los Juegos Olímpicos de 1968 México fue el primer país en América Latina en transmitir un evento de tal magnitud en color, lo que representó un hito tecnológico. A la par, surgieron estaciones estatales y culturales, como Canal 11 del IPN (1959), orientado a la educación, y Canal 22 en años posteriores, enfocado en la cultura.

En 1973 Telesistema Mexicano se fusionó con Televisión Independiente de México, que operaba el Canal 8, propiedad de Eugenio Garza Sada. De esa fusión nació Televisa, bajo el control de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, hijo del fundador original. Televisa se convirtió en el principal grupo de medios del país, con un poder político y económico sin igual.

TV Azteca

Durante las siguientes décadas Televisa fue hegemónica. Controlaba canales, noticieros, telenovelas, programas de comedia y entretenimiento, así como la producción de cine y radio. Emitía contenidos a toda América Latina y exportaba sus telenovelas a más de 100 países. Figuras como Jacobo Zabludovsky en 24 Horas se convirtieron en símbolos del vínculo entre la televisión y el poder político.

La televisión se utilizaba como un instrumento de propaganda y nacionalismo. Televisa apoyó abiertamente al PRI y sus campañas presidenciales. Azcárraga Milmo declaraba con cinismo que “la televisión en México es un soldado del PRI”.

Con la privatización de los medios estatales, el presidente Carlos Salinas de Gortari vendió en 1993 Imevisión al grupo encabezado por nuestro querido jefe, Ricardo Salinas Pliego, dando lugar a TV Azteca. Nació así la primera competencia real para Televisa. Aunque en sus primeros años TV Azteca no logró igualar la audiencia de Televisa, por lo menos rompió el monopolio y aportó pluralidad en la oferta televisiva. Hoy la supera por mucho.

En paralelo surgieron canales culturales y públicos como Canal 22, relanzado por el Conaculta en 1993, y Canal 40, que ofrecía una programación más crítica y especializada.

La llegada del nuevo milenio trajo consigo cambios fundamentales. La televisión abierta enfrentó desafíos con el auge del internet, el cable y las plataformas de streaming como Netflix, YouTube y posteriormente Amazon Prime y Disney+. Las audiencias comenzaron a fragmentarse y a migrar a otros formatos.

Al mismo tiempo, la televisión digital sustituyó a la analógica, marcando el apagón analógico en 2015. Esto obligó a las televisoras a renovar su tecnología, producción y narrativa.

Actualmente, la televisión mexicana vive una transformación. Aunque Televisa sigue siendo influyente, ha tenido que reinventarse, fusionándose en 2022 con Univisión para crear y apostando fuerte por el contenido digital. TV Azteca, por su parte, ha mantenido un enfoque más popular.

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